En Concordia la pobreza se ubicó en el 49,2%, cifra 6,9% menor comparada con el primer semestre de 2021 (56,1%) y un 2,3% también por debajo del segundo semestre de 2021 (51.5%). El total de personas pobres llegó a 80.347. La indigencia resultó del 10,1% en el primer semestre de 2022. Esto representa una baja del 5,7% comparado con el primer semestre de 2021 (15,8%) y 0,4% abajo del segundo semestre 2021 (10,5%). El total de personas indigentes llegó a 16.533.
A pesar de la “mejoría” en las estadísticas, es imposible soslayar que tan solo 6 días atrás el propio Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) divulgó que en Concordia la desocupación había bajado del 7,8 a 6%, por debajo de la media nacional que se ubicó en 6,9%.
Datos duros que hacen que las palabras redunden en la ignominia de una ciudad con una desigualdad cada vez más escandalosa, de sueldos de miseria y trabajos informales, localidad fronteriza donde algunos viven su “veranillo” de prosperidad gracias a la diferencia cambiaria con el vecino país del Uruguay, pero donde las mayorías necesitan de dos o tres trabajos para no caerse del mapa.