Rosario Gómez, un habitual pasajero del tramo Posadas – Buenos Aires y viceversa explicó a DIARIO JUNIO que las demoras en el Gran Capitán son habituales, aunque en este caso había superado lo aceptable. Eran las 22,30 cuando el tren estaba varado en Estación Yuquerí, y Gómez se lamentaba porque “tendríamos que haber llegado a Buenos Aires a las 9 de la noche”.
El damnificado remarcaba que había casos muy graves, como ancianos y niños que se deshidrataron por el calor y la falta de agua potable en el convoy. “Estamos sin agua y sin comida”, con el agravante que el único agua disponible eral el que vendía la empresa que administra “El Gran Capitán” y se conseguía a $3 la botellita.
Los pasajeros reclamaban a los trabajadores de TEA, argumentando que “nos hubiesen llevado hacia Concordia, que ahí tenemos para comprar comida”, pero quien se presentó como palabra autorizada del convoy, les aseguraba que “la empresa ALL no permitió que el convoy utilizara las vías para retornar a Concordia”.
La demora estuvo provocada por el incendio generado por otra formación de la propia América Latina Logística. El fuego no solo afectó una quinta cítrica, sino que también inutilizó algunos de los durmientes, por lo que las vías quedaron inutilizadas en ese tramo.
Otro de los reclamos mas escuchados fue la situación que padecían muchos pasajeros, los cuales viajaban sin disponer de un asiento en la clase turística. Consultado sobre esta venta indiscriminada de pasajes, el representante de la empresa argumentó que eso se debía a que se respetaba “el derecho a viajar” de los pasajeros. Esgrimiendo ese “derecho”, en su mayoría niños y mujeres, viajan centeneras de kilómetros sentados en los pasillos de los vagones del Gran Capitán. Incluso algunos usuarios preguntaban porque no dejaban que al menos las mujeres con chicos se sentarán en los vagones vacíos de 1º clase, los cuales estaban vacíos, pero TEA les exigía que para eso pagaran la diferencia en el costo del pasaje.
