“Yo en ese momento no estuve porque estaba trabajando, pero mis hermanos sí. Porque justo ese día me habían llamado para ingresar en el Ejército”. Tales fueron las declaraciones de uno de los albañiles según consta en los testimoniales del juicio laboral iniciado contra la viuda y docente Mónica Muñoz. La “confesión” fue ratificada en la fiscalía del doctor Darío Mautone.
La denuncia apunta a que -en el acta de inspección- se consignaron datos que no son reales ni ocurrieron delante de los funcionarios públicos.
Si el albañil ratificó que no estuvo: por qué apareció como uno de los relevados en el acta, de dónde sacaron su nombre los inspectores, Quién o quiénes habrían presentado el mencionado “papelito” con sus datos. Más de una podrían ser las patas de esta mesa.
Cabe mencionar que el acta consigna también una dirección que no coincide con la propiedad de la docente. Según la parte demandada se debió a que las personas fueron relevadas en la vereda de enfrente de la obra que se encontraba suspendida y que fueron al lugar ese día para participar en una inspección que alguien pidió. Un detalle que no es sólo un número incorrecto sino que determina un lado y otro de la acera.