“Lo normal es 11 ó 12 mil megawatts por día, y estamos generando 9 mil en los últimos días”, puntualizó Wald, agregando que “esto es consecuencia de la falta de precipitaciones, y a que el lago ha bajado un poco porque hemos hecho uso de buena parte de la reserva energética de la que disponemos”.
De todos modos, declaró no poder precisar si esta situación afectará de alguna manera el servicio eléctrico en Argentina y Uruguay. «Depende de la reserva energética de ambos países», indicó.
Si bien señaló que “es muy difícil predecir” cuándo se normalizará la situación, ya que “depende de las alternativas meteorológicas que se produzcan”, explicó que “en principio pensamos que durante una semana o diez días, estaríamos en la misma situación”.
Detalló además que las predicciones meteorológicas señalaban que “el trimestre diciembre – enero – febrero, debería ser de precipitaciones medias”. Sin embargo, según afirmó, “diciembre fue pobre, enero está siendo pobre, pero quizás el mes de febrero mejore”.
Para graficar cuán imprevisto es, el ingeniero recordó que a esta altura del año del 2004, “estábamos inundados, con el vertedero abierto”. Y añadió: “Lo que pasa es que dependemos muchísimo de la situación atmosférica: si llueve, tenemos mucha energía para disponer; si no llueve, tenemos poca”.
Por último, en declaraciones a esta Agencia señaló que la cantidad de turbinas que se utilizan en este momento es “variable”. “En la madrugada, que hay lo que se llama el ‘valle de consumo’, cuando la demanda es muy baja, trabajan dos o tres máquinas”, explicó, en tanto que agregó que “cuando llega la hora del pico, tenemos disponibles todas las máquinas, así que pueden trabajar cinco, seis u ocho turbinas de las 14 que hay en total”.