Desde hace algún tiempo el gobernador Jorge Busti ha manifestado su propuesta de que “para solucionar el conflicto con el Uruguay, lo mejor que podría hacer la empresa Botnia es relocalizar su planta hacia una zona que no afecte el agua, el suelo, el aire y la vida de los entrerrianos. Somos respetuosos de la soberanía uruguaya y si ellos están dispuestos a instalar pasteras en su país, nosotros no nos podemos oponer, siempre y cuando no afecten un río compartido como es el Río Uruguay”, dijo Busti.
Consultado sobre la base para asegurar que esta planta contaminará la zona, Busti recordó los informes realizados y se detuvo en demostrar las conclusiones arribadas por el secretario de Medio Ambiente de la provincia, Gabriel Moguilner, luego de su visita a Finlandia para observar las plantas de celulosa que allí posee la empresa Botnia.
En la visita, realizada en el año 2004, Moguilner visitó dos plantas Äänekoski y Joutseno, que desaguan sus efluentes a los lagos y según explicó el funcionario provincial, a 4 Km. de la Planta de Äänekoski, en plena ciudad no se podía soportar el olor característico a “Huevo Podrido” de las emisiones gaseosas de la planta proveniente de los compuestos de azufre y dióxidos de azufre.
El agua del Lago Saimaa donde vertía los efluentes una de sus Plantas el agua salía de un color oscuro turbio (luego de ser tratada). El gusto y olor del agua del lago, bastante lejos de la Planta, en un lugar donde se podía bañar, tenía un sabor ácido y olor a pesticida.
Cabe destacar que el Lago Saima tiene 4.400 Km2, es el más grande de Finlandia, y cuando se habla del turismo y que la gente se baña en verano, lo hacen en las zonas donde no hay plantas de celulosa y donde todavía el agua no está contaminada.
