Pérez dijo que desde el escenario salieron 30 o 40 personas, entre afiliados de ATE y otros que no lo son, hacia donde estaba la agrupación Verde y Blanca integrada por nueve seccionales, entre ellas la más importante era la de Concordia. Pasaron por al lado del secretario general de ATE Concordia quien retrocedió para separar porque vio que iban a buscar para golpear al ex titular de Ate Entre Ríos, Miguel Pelandino, y al candidato a secretario general de Entre Ríos en las ultimas elecciones, Osvaldo Blanco.
“Veo que le están pegando a un chico, trato de separar, llego a separar, me agreden trato de llegar a la pared para apoyarme, trastabillo y me entran a pegar patadas. No habrá sido más de un segundo porque hubo compañeros de Ate Concordia que salieron en defensa mía y fue una batalla campal”, dijo Pérez.
Olarán dijo que el abogado José Iparaguirre lo insultaba, le gritaba barbaridades y obscenidades cuando hacía su discurso. “Creo que entrar en esto de las Carmelitas Descalzas cuando hubo una clara actitud de destruir la marcha y correr el centro de la discusión que necesita el compañero que hoy barre una escuela o un hospital y que vive con un salario de pobreza o que algunos personajes impresentables quieren llevar a cuestiones que tienen que ver con los dirigentes”, mencionó.
Sin embargo Pérez dijo que fue “no fueron a empañar nada” y que Juan Francisco Garcilazo (secretario adjunto de ATE Entre Ríos) y Olarán “siempre apostaron a que gane Macri y ahora se la tienen que bancar que los compañeros les griten”. “Si los compañeros les dicen ‘vos lo votaste a Macri’, ‘vos te juntaste con el campo y saliste a cortar las rutas en 2008’ y bueno báncatela pero no llegar a la agresión”, dijo. Y se preguntó si era normal que reaccionen de esa forma si los acusan de haber estado con la Sociedad Rural. “Estamos los trabajadores por un lado y los del campo por el otro. Esto no es de ahora, es de hace 200 años”, dijo
Y lamentó lo sucedido. “No tendrían por qué haber salido para evitar que algunos griten porque de ultima eran algunos insultos como en cualquier movilización. Cuando Miguel Pelandino era secretario general cuantas veces le gritaron, lo insultaron y nunca salió desde el gremio una patota a agredir a los mismos compañeros”, señaló.
“Nosotros llamamos a todos los compañeros cuando se generó una gresca en una de las esquinas de la Casa de Gobierno a que se terminara con los disturbios porque siempre hemos repudiado cuando en cualquier movilización popular se intenta generar enfrentamiento que a los únicos que les sirve es a los patrones”, dijo por su parte el dirigente de ATE Entre Ríos.
Pero Pérez dijo que los discursos de Olarán y Garcilazo no eran contra la patronal sino que apuntaban a la agrupación Verde y Blanca. “Esto lo prepararon desde adentro del gremio”, añadió. “Decían barbaridades y ahí te das cuenta los actos de violencia que estaban generando”.
“Hoy algunos sectores vinculados al gobierno anterior quieren llevar todo a una situación donde o se es kirchnerista o se es macrista y nosotros entendemos que los reclamos del trabajador no tienen un color político sino que tienen una necesidad de tener un sustento para sus familias”, mencionó Olarán.
Más adelante, Olarán dijo que ese tipo de enfrentamiento les sirve “al gobierno anterior para que no se discuta como dejó el país y al gobierno actual para que no se discutan las medidas que Macri lleva adelante”.
Asimismo, Olarán dijo que la marcha fue “contundente” dado que reunió cuatro cuadras y media de manifestantes en reclamo de un salario acorde a la canasta familiar, para que cesen los despidos y que se termine con la política de criminalización de la protesta social que viene de la Ley Antiterrorista de la gestión anterior y con el protocolo antipiquete de esta gestión.
Asimismo, repartió culpas de la situación actual a la gestión anterior por la herencia y a la actual teniendo en cuenta que ninguna de las medidas adoptadas han sido en favor de los trabajadores. Macri les entregó $ 150.000 millones a las cerealeras, a cinco acopiadores, a petroleras, reconoció la deuda a los Fonos Buitres y les quitó las retenciones a la megaminería.
Mientras que para los trabajadores sólo hay despidos, mantención de las condiciones de precariedad y salarios por debajo de la línea de pobreza. “Una canasta familiar, según mide el Indec, una familia no puede percibir menos de $ 15.500 y hoy en Entre Ríos un trabajador percibe $ 5.500 de mínima y un docente $ 6.800. Están muy lejos de llegar a fin de mes”, mencionó.
