La falta de falta limpieza de la vías, que están tapadas por la vegetación y tierra, y la tierra acumulada en los pasos a nivel retrasaron el tren que inauguraba el servicio entre Paraná y Basavilbaso, hasta que finalmente la máquina descarriló entre Crespo y Ramírez.
La formación permaneció a un kilómetro de la estación Crespo por más de dos horas sin poder avanzar debido a la enorme cantidad de arbustos que había entre las vías. Durante el viaje, que fue una verdadera travesía por la Selva de Montiel, prácticamente no se dejó ver la vía, a tal punto de que el personal de TEA debió bajar en reiteradísimas ocasiones con picos, palas y machetes para cortar la vegetación, muy espesa en algunos sectores donde apenas podía pasar al coche motor, consignó FM Riel.
“Sin embargo, se comprobó que las vías no están en malas condiciones y que el coche no presentó en ningún inconveniente”, se consignó. De hecho, en cada localidad por donde pasó el tren se pudo percibir el clamor popular por la vuelta de tan vital servicio.
