En ese expediente se hizo notar que el concesionario “no respeta las condiciones de carga máxima establecidas para la circulación de trenes, ha abandonado totalmente la infraestructura, estaciones, galpones y demás dependencias, muchas de las cuales se encuentran totalmente depredadas, por la falta de presencia y vigilancia del Concesionario, y ha reutilizado activos dentro de la concesión sin la previa autorización del Concedente”. En materia de seguridad, se destaca que “la cantidad de descarrilamientos ocurridos superan, en forma sostenida, al promedio de la red de carga concesionada en el país”.
El secretario gremial de la Unión Ferroviaria (Concordia), Hugo Pezzarini, agregó a esto que los trabajadores “habíamos denunciado en su momento que estábamos colocando durmientes de eucaliptus, pero ahora vemos con agrado que nuevamente han traído durmientes de madera dura, para que con el movimiento no zafen los bulones”. Puntualizando que “estos durmientes se están colocando en las zonas más críticas”.
El gremialista explicó que durante el invierno se vivió una etapa sin mayores problemas, pero que con las temperaturas mas elevadas se notan “la falta de mantenimiento en las vías y que el material ya es viejo”. Aclarando que “no obstante, esto se puede ir recambiando”.
Por último, consultado sobre si la zona del descarrilamiento estaba en condiciones críticas, Pezzarini respondió que “hay otros tramos que están peores que estos”.