En esa ocasión la operación se realizó con documentos apócrifos y mellizos. Sin embargo, las últimas denuncias por estafas realizada por empresarios de las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe, Córdoba, Corriente y Chaco llevaron a los investigadores a la Capital del Citrus. Luego de una tarea de inteligencia, la Policía logró encontrar un depósito desde donde se realizaban las compras y detener a tres hombres que quedaron a disposición del juez de Instrucción Martín Carbonell.
Las compras fraudulentas superarían en cada caso los 40.000 pesos. El modo de operar de los concordienses es similar a los detenidos en Paraná, ya que aducían que pertenecían al gobierno provincial y compraban y pagaban con cheques adulterados o transferencias bancarias inexistentes.
Los camiones con fideos y arroz eran esperados en las afueras de la ciudad donde realizaban un trasbordo a otro vehículo. La mercadería llegaba siempre los fines de semana.
