martes 23 de diciembre de 2025

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Desarrollo o retroceso? O porqué derogar la Ley de la Madera en Entre Rios

Las inversiones forestales son de largo plazo, y requieren señales de estabilidad para ser realizadas. La Ley envía una señal muy negativa a quienes desean forestar y producir en Entre Ríos, ya que muestra la posibilidad de sancionar una medida arbitraria que demoniza una actividad productiva, que con las tecnologías disponibles y adecuadas, genera un impacto ambiental menor que la mayoría de las actividades tradicionales de la región.   La madera es un producto insignia de la bio-economía. Es renovable, reciclable, carbono neutral y con amplísimas aplicaciones industriales que incluyen papeles, muebles, viviendas, energía, y un sinfín de nuevas aplicaciones a partir de la nanotecnología y la biotecnología. Es además, un generador de industrias y servicios complementarios, como la química, el transporte, la informática, ingeniería, el diseño, etc.  La madera ofrece múltiples posibilidades de agregación de valor cerca de las forestaciones siendo un multiplicador de empleo y de divisas, dos factores de alto interés para el país.

Entre Ríos tiene una rica historia forestal. Desde los años 60 hacia delante, ha expandido los bosques cultivados, especialmente con plantaciones de eucaliptos, sauces y álamos (las ultimas dos especies cultivadas en el delta entrerriano), logrando una superficie de 150 mil ha. forestadas y el vivero forestal no corporativo más grande del país. En la provincia se ha establecido un polo de desarrollo foresto-industrial alrededor de ese bosque con la radicación de dos industrias de tableros, 11 impregnadoras, más de 200 aserraderos y alrededor de 1000 productores forestales (datos provistos por el INTA Concordia). La generación de empleo es de unos 25 mil puestos directos e indirectos, siendo una de las actividades más importantes de la provincia. Este es el modelo de desarrollo que defiende la Asociación Forestal Argentina, el del empleo y la generación de valor local en un marco de desarrollo sostenible.

Las cuencas forestales requieren la integración productiva entre aquellas que producen madera sólida (aserraderos) y aquellas que procesan los residuos de los aserraderos y la madera fina que provine de los raleos necesarios para lograr plantaciones de calidad. Para que existan los pequeños y medianos aserraderos, tienen que existir las industrias de papel, tableros y/o energía que consumen los residuos triturables y logran una producción integrada.

La Provincia de Entre Ríos es actualmente la tercera en importancia en plantaciones forestales, pero su cuenca ha detenido el crecimiento y hay estimaciones que se está reduciendo.  Tiene un potencial desaprovechado para crecer de manera sostenible creando miles de empleo y productos de primera necesidad para la sociedad. La Ley de la Madera es uno de los factores que se menciona cuando se pregunta por qué el retroceso del sector en la Provincia.  Mientras la Ley de la Madera no ha producido ningún beneficio a la Provincia, derogarla será una señal positiva hacia el sector foresto-industrial, indicando que cuenta con apoyo para su crecimiento. 

Entre Ríos es una provincia con enorme potencial, es momento de revisar los escollos a su desarrollo para aprovechar sus ventajas naturales, su capacidad instalada y su alta calidad en recursos humanos con el fin de generar trabajo, desarrollo y bienestar común. En este contexto, derogar la Ley de la Madera sería una medida en el camino correcto.

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