Britos hace dos años que presta servicios en la cooperativa, limpiando veredas, plazas y escuelas del barrio y siempre cobró los $ 1200 que le correspondía como remuneración. Según sostuvo, el pago fue ampliado a $ 2.000. Pero estuvo ocho meses sin trabajar. Luego pudo cobrar dos meses pero de nuevo tuvo problemas, debido a que Miño: “me pide plata”, dijo.
“Yo no quise acceder a su propuesta y no me deja trabajar”, explicó. De inmediato se dirigió al galpón donde se encuentra la oficina para que lo cambien de cooperativa porque con Miño no podía llegar a ningún arreglo. “Nos mandaron con asistentes sociales y me dijeron que me quede tranquilo, que me iban a dar una respuesta pero cambiarme no me podían cambiar de cooperativa”, señaló.
El jueves lo llamaron desde la oficina y le dijeron que tenía que presentarse a trabajar. “Cuando me presenté el viernes, esta persona Miño me salió agrediendo, diciéndome que yo era un desubicado, que no tenía vergüenza, que fui a la sede del galpón a armar un quilombo y que lo involucré a el diciéndome que en ningún momento me pidió plata. Yo le respondo que sí, que me había pedido plata, que no me dejaba trabajar y que me pedía el recibo de sueldo que le lleve. No le terminé de decir y me empezó a pegar, me pegó con el puño y me dio unas cachetadas y todo el tiempo amagaba como que tenía un revolver en la cintura. Después que me pegó, me di vuelta y me fui”, indicó.
Según sostuvo, Miño -quien no es el presidente de la Cooperativa sino padre de la responsable, Marcela Miño- también les habría solicitado trabajar en casas particulares. “Nos hacía hacer trabajos en casas y luego lo cobraba él, ganaba dinero para él”, indicó. Y aseguró que todo lo mencionado lo dijo en la oficina. “Nos derivaron con distintas personas pero ninguna hizo caso. Nos mandaron con tres asistentes sociales, con otros programadores de Paraná”, indicó. “Yo quiero una respuesta de las autoridades del Plan Argentina Trabaja. Quiero que me escuchen”, señaló.
La versión del coordinador
El coordinador del Plan Argentina Trabaja en Entre Ríos, Oscar Silva, confirmó que la semana pasada se constituyó en Concordia la psicóloga social del programa que estuvo tratando el tema. “El denunció que se había presentado a trabajar y había sido agredido la semana pasada. La gente nuestra se reunió con la gente de la cooperativa y hubo una negación total de ese acontecimiento que relataba Britos”, dijo Silva en referencia a los cooperativistas. “Es más, decían que Britos no se había presentado a trabajar”, agregó. Y calificó al hecho como una “contradicción” que proviene de “dimes y diretes” que lo que terminan logrando es que no se sepa “como se dieron los hechos”.
Respecto de si el beneficiario reiteró que le pedían dinero a la psicóloga social, Silva señaló que eso “no lo tenía preciso” y que por lo tanto “no lo podía afirmar”. Y opinó que no quiere prestar servicios en la cooperativa por una cuestión “de tipo personal” por lo que “no se encuentra a gusto”. También señaló que no sabía si había afirmado a la psicóloga lo de la prestación de servicios en casas particulares. “Eso lo desconozco”, indicó.
El coordinador aseguró que ha escuchado rumores respecto de pedidos de dinero pero que no se puede dejar llevar por los comentarios. “Hay que dejarse llevar por los hechos fidedignos”, indicó. Y de inmediato, afirmó que de existir ese tipo de hechos: “tenga la plena seguridad de que lo vamos a perseguir y vamos a tratar de individualizar porque ese no es el objetivo que cumple el programa”. Pero, al mismo tiempo, señaló que es “difícil” comprobar un pedido de una coima. “Es muy difícil, están los caminos legales pero ¿como se puede comprobar una situación así?. Es palabra contra palabra, exposición contra exposición, afirmación contra negación. No es fácil”.
“Mas allá de las vicisitudes que le ha tocado vivir a Britos creo que el mejor camino que tenemos para resolver estos problemas que van surgiendo son el camino del diálogo. Podemos discrepar, disentir pero finalmente tenemos que consensuar”, señaló. “De eso trata el sistema cooperativista en donde conocidos o amigos se juntan en una cooperativa para compartir su destino de vida”, añadió.
Silva señaló que, no obstante, muchas veces se suscitan “diferencias, contradicciones y antinomias”. “Pero estamos para resolver, tenemos nuestra organización social tanto en Paraná como en Concordia y en este caso puntual estamos trabajando a través de la psicóloga social y alguna solución le vamos a encontrar”, añadió. Y señaló que la intención es evitar que el programa sea “expulsor” de los beneficiarios por lo que mostró proclive para que Britos siga en el programa. “Yo lo invito que se arrime y vamos a conversar”, añadió.
Por otra parte, el coordinador fue consultado sobre el pedido de cambiar la cooperativa e indicó que desde la Nación se dispuso que todas las cooperativas conformadas debían continuar en el tiempo desarrollando las tareas asignadas “Todos juntos sin deserciones”, señaló. Pero, planteado el problema, aparece un diagnóstico diferente y por ello “se debe atender esa situación”. “Los vamos a analizar”.
Silva está a cargo de 75 cooperativas de entre 25 a 30 personas cada una y en Concordia 59 con la misma cantidad de integrantes. Y por ello, indicó que a veces surgen conflictos entre los mismo tal como suceden en la familia o entre amigos. “Insisto con el diálogo porque sino conversamos jamás vamos a resolver los problemas”. Por ello, se manifestó dispuesta a dialogar con Britos y a Miño en persona. “Vamos a charlar con todos”, expresó.