Según relató, anoche alrededor de las 21:30, llegó hasta el domicilio de un amigo en calle Villaguay al 200, en su vehículo Fiat Duna de color azul, donde lo deja estacionado casi a mitad de cuadra, y que al salir pasadas las dos de la mañana, se llevó una sorpresa cuando no lo encontró. Luego de dar unas vueltas por la zona se hizo presente en sede policial a radicar la denuncia.
Para la Policía se trata de un delito raro para la zona. Pero, de todas formas, se puso en marcha el andamiaje policial y judicial y comenzaron con las distintas averiguaciones para tratar de dar con el auto.
En las primeras horas de la mañana el personal de la División Investigaciones tenía datos respecto de la cuestión. Al parecer podría ser el mismo denunciante quien lo había hecho desaparecer junto a un pariente que lo había ayudado en su cometido ya que como se dice “le quemaba en las manos” el vehículo debido a que el rodado presentaría anomalías en la numeración del motor y del chasis.
En tanto, la Policía, en un camino vecinal “Los Naranjales”, a unos cien metros de Ruta 11, localizó el automóvil buscado pero totalmente quemado, casi irreconocible. El personal de la planta verificadora corroboró que dicho automóvil seria el denunciado como sustraído y presentaba la numeración del motor y del chasis adulterada.
Ya con las pruebas suficientes, se cumplió con la orden de la fiscalía en turno, la que disponía que se hiciera efectiva la aprehensión de Cristian y un tío llamado Jorge, Según la Policía, cuando se lo llevaban detenido, la esposa del tío, le preguntó a éste el motivo del hecho, manifiesta textualmente: “Yo prendí fuego el auto de Cristian, metimos la pata”.
Ambos quedaron alojados en uno de los calabozos de esta departamental, por el delito de falsa denuncia, sin perjuicio de que se prosiga con la causa judicial.
