Todo se habría descubierto a través de un control rutinario realizado desde la Tesorería, que detectó una gran diferencia entre la cifra recaudada y los comprobantes de pago de tasas y servicios, según publicó El Observador Regional.
Con la presencia de una escribana, se constataron los movimientos en las tres cajas de cobro con que cuenta el municipio (la N° 1 está en la oficina central y la N° 2, en El Brillante), pero se determinó que la falla estaba en la del Cementerio, que presentaba numerosas modificaciones del sistema informático, donde el acceso al mismo es exclusivo del empleado. Aparentemente, las irregularidades vendrían desde octubre o noviembre del año pasado.
El trabajador en cuestión, provisoriamente, fue suspendido sin goce de sueldo y se le ha iniciado un sumario administrativo. También el propio intendente, como responsable de la administración municipal, estaría presentando en los próximos días una acción judicial contra el cajero.
