La objeción principal de Velásquez hace referencia al artículo 8°. “Uno señala que de haber cambios en los convenios del MERCOSUR o en la legislación argentina en lo que tiene que ver con impuestos o tasas, el Ejecutivo tiene facultades discrecionales para negociarlas”.
Velásquez indicó que “el segundo párrafo es el verdaderamente problemático por cuanto dice que cualquier requisito no contemplado en esta ordenanza, el Ejecutivo per se lo puede llegar a hacer”. “Yo soy lego en esta materia pero intuyo que cualquier modificación extraordinaria que tenga que ver con refinanciación de este crédito no va a pasar por manos del Concejo Deliberante”, dijo.
El delegado, cuando indica que el Concejo no va a intervenir en la refinanciación, se basa en el artículo 5 °, el cual establece la conformación de una comisión especial que va a estar integrada por una mayoría de funcionarios del Poder Ejecutivo y tres miembros designados por el Concejo, distribuyendo los cargos de acuerdo a los distintos bloques.
“Acá sabemos bien la suerte de esa comisión. No va a tener ninguna incidencia en nada y si la posición se presta a esto, sólo va a figurar como decorado”, aseguró.
Además, teniendo en cuenta el mismo artículo, se preguntó “¿Cómo se va a controlar el Ejecutivo a si mismo cuando domina el instrumento de control? Habiendo desaparecido la Comisión de Control del Gasto y habiendo resignado el Concejo facultades de control, está claro cuales son los riesgos o consecuencias de esta situación”.
Más adelante, agregó que “tampoco se sabe que maquinaria van a venir, que calidad, que vida útil, cual es el costo real y cuanto se va a terminar pagando”.
El delegado también cuestionó la autorización a contratar el empréstito en dólares, descontando que la operación se concretará en la moneda estadounidense y no en pesos argentinos. La apreciación se basa en que difícilmente un banco extranjero (se habla de entidades brasileñas) presten a otro país en su moneda original.
Además, la amortización del crédito insumirá ocho años, por lo que se involucrará la próxima gestión. “El dólar es muy fluctuante. No sabemos como va a estar en dos años, menos aún dentro de cinco o de ocho”, indicó.
Las consideraciones de Velásquez se enmarcan en el Congreso de Trabajadores municipales llevado a cabo en la sede de ATE, el pasado 10 de diciembre. “El rol del municipio no solo tiene que ver con el asistencialismo sino también propender a verdaderas políticas sociales de desarrollo”, manifestó.
“Algunos integrantes que hemos integrado el segundo congreso estamos muy preocupados y seguramente en el plenario que vamos a tener el 4 de marzo del año que vamos a discutir eso”, finalizó.