Marcos Berón, un joven canillita de 24 años, denunció haber sido acusado de un robo que no cometió y haber recibido una golpiza en el interior de la Jefatura Departamental de Policía.
En declaraciones formuladas al programa “Cuarto Poder”, narró que hace dos semanas atrás “andaba repartiendo diarios” por calle Bernardo de Irigoyen. En esa tarea dejó estacionada su bicicleta detrás de un vehículo, cuyo propietario lo increpó, acusándolo de haberle sustraído un elemento de su auto. “Yo no le había robado nada y me saca la bicicleta y me dice que me vaya o me iba a matar”, contó Berón.
Luego de esta discusión, siempre de acuerdo a la versión del canillita, habría llegado hasta el lugar un móvil de comando radioeléctrico. Allí se habría constatado que del automóvil en cuestión no faltaba nada, pero los uniformados igualmente trasladaron al joven hasta el céntrico edificio policial, en el móvil identificado con el número 311, según pudo observar el denunciante.
“Me trasladan a otra camioneta y me iban pegando”, sigue Berón, “me llevan a la Central y me entran me tapan la cabeza con una bolsa y me pegan con un palo de escoba”.
Esa golpiza habría sido propinada en la tarde del miércoles y recién al día siguiente pudo recuperar su libertad, luego de haber sido acusado de “tentativa de robo”.
Marcos Berón culminó remarcando que “hace 17 años que vendo diarios. Nunca estuve preso, nunca caí por nada. Me pegaron por nada, porque me devolvieron la bicicleta y todo”, aseguró.
