Aunque el propio director general de Salud, Jorge Basso, había reconocido que el piquete en la frontera daba «una mano» para evitar el ingreso del mosquito, curiosamente, en los últimos días el ingreso de vehículos por el puente cortado ha sido más intenso de lo normal. Además, en esa zona no se está fumigando, justamente, porque la carretera al puente está bloqueada.
Esta situación despertó la «indignación» de Lafluf que ayer llamó a conferencia de prensa para referirse al tema. «Si bien sabíamos que siempre pasa gente, el número de vehículos que comenzó a transitar en las últimas horas, nos molesta e indigna, porque tampoco nos olvidamos -y nos quedará la duda de por vida-, de por dónde entró el virus de la aftosa que fundió al país», señaló, ofuscado, el intendente.
Lafluf se comunicó telefónicamente con el prosecretario de la Presidencia de la República, Jorge Vázquez, para manifestarle su interés de que el Poder Ejecutivo considere la situación fronteriza de Fray Bentos.
«Si es que estamos bloqueados, no habría que dejar pasar a nadie», sostuvo. «Si bien la intendencia sigue las directivas del Ministerio de Salud Pública sobre la forma de encarar la campaña, honestamente me gustaría adoptar alguna otra medida. Hace tres años que estamos bloqueados y los piqueteros argentinos dicen que no pasa nadie, y nosotros sabemos que algunos pasan», indicó.
El intendente insistió en que le «indignó» que se haya permitido el pasaje de vehículos en el puente en estos días. «Seguramente fue porque se enteraron que en Paysandú había más de dos kilómetros de cola. Supongo que se habrán puesto de acuerdo con la Asamblea de Gualeguaychú» dijo irónicamente.
Además del pasaje de personas en vehículos particulares, diariamente cruzan a trabajar a territorio uruguayo, aduaneros, gendarmes, funcionarios de la Comisión Administradora del Río Uruguay y técnicos del Senasa argentino, que viven en Gualeguaychú.
Los piqueteros argentinos sostienen, por su parte, que no hubo ningún tipo de flexibilzación y que se está dejando pasar con el mismo criterio de siempre.
El director departamental de Salud de Río Negro, Alfredo Orellano consideró que va a ser «muy difícil» que el dengue no entre en nuestro país.
«Lo que tenemos que hacer es disminuir la población de mosquitos, de tal forma que si llegara a entrar, no se convierta en una epidemia que colapse los sistemas de salud», alertó.