Den Dauw dijo que, antes al menor fumaba un cigarrillo el padre le pegaba un cachetazo por mal educado si fumaba delante de él. “Pero hoy por hoy todo eso se ha perdido, se ha perdido el respeto a las instituciones, a las escuelas. Es producto de la sociedad en que vivimos y a nosotros nos repercute por la seguridad urbana”, mencionó.
La problemática más preocupante no difiere mucho de lo que sucede en Paraná. “El delito que más ocupa es el arrebato en la vía pública. Si bien es un delito menor, a veces por la misma situación del dinero en efectivo, seamos realistas ¿Cuándo dinero llevamos en la billetera? Cien pesos, ciento cincuenta pesos. El tema no es el dinero en sí sino el drama psicológico que le causa a la víctima como el sentirse desprotegido. Y todo lo que ataña a robar una billetera o una cartera es el trámite que hay que hacer para recuperar la documental que le han sustraído. Creo que es el mayor delito que preocupa”, manifestó Den Dauw.
En ese sentido, mencionó que se trata de un delito de difícil prevención dado que no se comete en una zona delimitada sino que sucede en distintos lugares y a diferentes horas. “Los ‘motochorros’ van variando las zonas y los horarios”, indicó. Por ello, pidió la colaboración de la gente cuando observa a personas en actitudes sospechosas dando vueltas en una esquina en llamar. “Más vale ir nueve veces a un lugar y que sea todo sin novedad, que se identifique a las personas y no quedarnos con las dudas”, manifestó.
Aunque estadísticamente los menores de edad son los que menos delitos cometen, no sucede lo mismo en materia de arrebatos. Den Dauw sostuvo que “son cometidos en su mayoría por menores”.
En cuanto a la relación entre crisis social y delitos, acotó que cuando “la sociedad está mal, hay gente que se justifica porque sus falta, necesidades y carencias las soluciona por la vía más rápida”. Pero también están quienes sin ningún tipo de necesidades les es más fácil agarrar un cuchillo y saltar a alguien para sacarle sus pocas pertenencias que una pala. En consecuencia, si bien hay una relación, para Den Dauw el delito no está directamente relacionado con la situación de pobreza.
Por otra parte, De Dauw indicó que durante 22 de sus 29 años de servicio se desempeño en la ciudad de Paraná donde estuvo como subjefe durante los últimos tiempos. También fue destinado a Victoria, Gualeguay, La Paz y un breve paso anterior por Concordia.
Debido a su paso por Paraná, dijo que está acostumbrado al movimiento y al trajín de una ciudad grande. “Estuve veintidós años en Paraná así que no va a asustarme ni a achicarme ante nada. Concordia se ha convertido en una ciudad grande con sus inconvenientes y dificultades lógicas de toda ciudad grande”, señaló.
Además consigno que se presentaron 16 nuevos agentes que cuentan con un año de antigüedad promedio en la fuerza. “Han sido todos trasladados a la ciudad de Concordia así que vamos a reforzar la seguridad urbana y en los primeros días de marzo vendrán 14 funcionarios más”, expresó. Asimismo, dijo que necesitan personal femenino para atender el sistema de videovigilancia que funciona en la ciudad.
De la misma forma, indicó que vienen a paso firme con el sistema 911 en el segundo piso de la terminal de ómnibus. Para ello se necesitaba personal que ya lo han conseguido y personal femenino para encargarse del monitoreo. El tercer paso es vincular el sistema con el Comando Radioeléctrico.