Más temprano la ministra de Defensa Nacional, Azucena Berrutti, había declarado que el despliegue era inminente, aunque no precisó el momento. «Contamos con que la empresa suministre toda la infraestructura de apoyo, es decir la construcción de un cerco, cabinas y eso está demorando más de lo que preveíamos. La empresa habla de plazos extensos. Es así que el Ejército va a empezar a tomar medidas ya en estos días, en este fin de semana, para preparar la instalación. Esta no va a ser la definitiva, la definitiva va a estar cuando la empresa ponga los apoyos que tiene que poner», señaló Berrutti.
Por lo pronto, los efectivos militares ya montaron dos campamentos: uno sobre la margen este del predio, en un área contigua al puente San Martín, y el otro en el punto opuesto del predio de 550 hectáreas, sobre el arroyo Yaguareté. A partir de allí los uniformados enviarán patrullas a recorrer la incipiente Zona Militar.
Las fuentes militares indicaron que para completar el contingente de aproximadamente 100 efectivos que tendrá la guardia, se contará con soldados provenientes de Rivera, Tacuarembó, Artigas, Salto, Pay-sandú y Río Negro. Los mismos rotarán periódicamente las guardias. Asimismo, el Comando del Ejército dispuso que efectivos de la División III sean relevados de algunas tareas -como la custodia de centros carcelarios, que serán asignadas a otras unidades – para reforzar la custodia.
No obstante, apenas se comenzó el trabajo de despliegue se notaron algunas dificultades de orden técnico. Por ejemplo, hay áreas de monte nativo por las que pasaría la Zona Militar para las que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) deberá autorizar la construcción del cercado.
Preocupación a la uruguaya
El matutino El País remarca que las autoridades de Botnia han formulado algunas observaciones al despliegue militar. La primera, según indicaron fuentes de la firma, es que se verifica la importancia que da el país a la inversión. La segunda, que preferirían que el despliegue militar no fuera grande. Desde Helsinki se sigue con preocupación la evolución de los hechos.
No son los únicos preocupados. En el gobierno la magnitud del bloqueo que hoy, con la suma de Concordia, será total es también un factor de enorme preocupación.
«Constituye un verdadero bloqueo y no un bloqueo cualquiera, porque para salir al resto del continente Uruguay lo hace fundamentalmente por Argentina», dijo el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, que visitó ayer el puerto de Fray Bentos en recorrida oficial. «Este corte se hace para dañarnos y nos genera un problema mayor que el diferendo con graves consecuencias», reflexionó Rossi.
Una inquietud similar han expresado los operadores turísticos que, a la luz de estas medidas, advierten sobre un panorama sombrío para esta temporada en ciernes.
De todas formas, en una etapa nuevamente negociadora a partir de las gestiones de la corona española, el gobierno comenzó a diferenciar las actitudes del gobierno de Néstor Kirchner de las que adoptan los asambleístas en los piquetes. En tal sentido el canciller Reinaldo Gargano dijo que observaba un «cambio de actitud positiva» en el gobierno argentino. Aclaró que lo aprecia «en el sentido de buscar un consenso para solucionar el tema, y la reiteración del pedido para que se dejen sin efecto los bloqueos a los puentes».
«Es penoso que pequeños grupos, que en algún caso no son más de diez personas, bloqueen el paso y violen los acuerdos del Mercosur», agregó en clara referencia a los grupos que actúan tanto en Colón, como ahora en Concordia.