“Ya conocíamos el informe del Ministerio de Modernización que decía que en el Inta sobra 750 empleados de una planta de 7.100 a nivel nacional. Teníamos datos de eso por eso el gremio nuestro hace cuatro meses que inició las acciones con dos planteos puntuales”, señaló. Uno sobre la defensa de las fuentes de trabajo. El otro respecto de la necesidad de mantener el presupuesto para funcionamiento de la repartición. “En ningún momento hicimos un reclamo salarial. Estamos peleando por la institución en que nosotros trabajamos”, señaló.
En tal sentido, dijo que todos los domingos sale una nota en Clarín o La Nación que hace alusión al Inta y a los entre descentralizados marcando que van a ser un foco importante de reestructuración. “Y a los viejos empleados del Inta la palabra ‘reestructuración’ les suena a la década del 90, cuando se terminó despidiendo gente”, añadió. En ese sentido, los empleados más antiguos recordaron que llegaban instrucciones de la necesidad de que se vayan tres o cuatro personas mediante retiros voluntarios o jubilaciones anticipadas. “Los más jóvenes no lo vivimos, estamos comentando cosas que nos cuentan. Fueron despidos encubiertos porque esos ofrecimientos son totalmente desventajosos para los empleados”, dijo.
Barreto sostuvo que es un momento de mucha incertidumbre dado que la semana que viene asumirá el nuevo ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere. Por ello, manifestó que quieren saber qué es lo que va a proponer pero descontó que se va a producir el cambio de la presidencia del Inta. En consecuencia, la incógnita es saber con qué filosofía asumirá. “Si va a defender las fuentes de trabajo del Inta o va a acatar las órdenes del ministerio”, se preguntó.
Más adelante, consideró que no sobran trabajadores en el Inta. De hecho, resaltó que el Consejo Regional hizo un trabajo de dotación de cada Estación Experimental planificando que puestos se necesita cubrir. “Pensando en un Inta grande, no en reducir la planta”, indicó.
En el gremio esperan tener un poco más claro el panorama antes de saber que acciones tomar. “Estamos en un período en que el secretariado nacional está en un período de análisis de toda la movida que se hizo en todos los rincones del país donde hay seccionales de Apinta”, dijo.
De todas formas, ya comenzaron los contactos con empleados de otras reparticiones descentralizadas como el Inti o el Senasa. “Ya hemos tenido algunas reuniones locales para abordar la temática en forma conjunta”, explicó. Además indicó que Apinta sigue haciendo gestiones a nivel legisladores a quienes les acercaron una carpeta con información. “Me parece que lo que se trata de instalar es una falta de información o información parcializada. Tratamos de que la gente esté informada y nuestros legisladores estén al tanto de lo que pasa y mostrar que pasa porque sino conocen el Inta no lo pueden defender”, sostuvo.
Además del temor a los despidos, Barreto consignó que el prejuicio implica también al funcionamiento del Inta por temor a las actividades que podrían quedar truncas. Entre ellas, trabajos de investigación en el área de meteorología, la toma de datos, etc. Asimismo, destacó que hay instrumental que se rompe cada tanto y se necesita arreglarlo además de modernizarlo. “Nos preocupa mucho esa situación: queremos hacer bien nuestro trabajo a conciencia”, indicó.