“Estadísticamente cuando nos hicimos cargo del hospital por el año 2016, en octubre, teníamos entre 1.500 y 3.000 pacientes. Hoy estamos pasando los 10.000, se ha triplicado y eso incide en los insumos, en los medicamentos, en todo”, expreso el director. Más adelante, mencionó que se llegan a ver hasta 400 pacientes por día en las guardias durante los fines de semana largos.
Libardoni dio que muchos pacientes se ven obligados a acudir a la salud publica ya que se quedan sin trabajo o porque los coseguros para hacerse un estudio importante son muy caros y, al mismo tiempo, están a cargo de muchos hijos. “Es muy difícil lo que se está viviendo y cada vez más”, dijo.
A principios de octubre, se dieron a conocer datos correspondientes al primer semestre del año. El índice de pobreza en Argentina creció al 35,4%. Así lo dio a conocer el último informe realizado por Indec. Además, ubicó a la localidad de Concordia como la de mayor nivel de pobreza, 52,9%. Luego de que salieran a la luz estos datos, Enrique Cresto, intendente del lugar, analizó la situación que vive la ciudad. Declaró en esos días que “el problema de Concordia no es la desocupación, el problema es la pobreza”. “El problema es el elevado costo de la canasta básica y acá donde teníamos solamente un 7 % de desocupación hace dos años, hoy superamos el 10 % porque las industrias hoy se están fundiendo y cerrando porque no pueden pagar el costo más grande que es la energía”, reiteró.
También, el intendente criticó las políticas del presidente Macri y aseguró que “esto es consecuencia de este modelo económico y cada vez que tenemos un gobierno que centraliza el mercado, que destruye la industria y las fuentes de trabajo o que aumenta la canasta básica, ciudades como Concordia que tienen miles y miles de personas de la población económicamente activa que tiene salarios por debajo de la canasta básica; es un problema de la economía nacional y de esta política que ha destruido todo”.
El Heras fue fundado el 1º de octubre de 1891, hace 128 años. “Era una casita donde las monjas se ocupaban de los enfermos, se llamaba hospital de la caridad. Después se transformó en el Heras”, dijo Libardoni.
“Después se fue agrandando y ahora es tremendamente grande, enorme”, acotó. “Tenemos problemas edilicios, nadie lo duda. Jamás los negamos. Lo que sí sabemos, porque todos los días lo hacemos, es que tratamos de solucionarlos”, señaló. Libardoni dijo que el sector de mantenimiento intenta reparara todas las goteras que se obstinan en surgir en diferentes lugares luego de cada lluvia. “Se nos ha volado el techo con tormenta y lo hemos solucionado”, mencionó.
“Pero esto toma relevancia porque justo el lugar donde hay goteras y la pared está húmeda es en el servicio de Infectología”, dijo. La referencia a ese servicio se debe a que la jefa del mismo, María Florencia Prieto, fue la primera en alertar sobre la escasez de penicilina y de medicamentos en general que padece el hospital. “Pero eso ya se solucionó. Pero ahora hay que esperar unos días para que seque la pared”, indicó.
La intención de la dirección es utilizar ese lugar para establecer un consultorio de psicólogos que ayuden a pacientes y familiares de Infectología. “Es para tratar a los pacientes con enfermedades infecciosas y a las familias también”, dijo.
De la misma forma, Libardoni dijo que la aparatología del nosocomio es vieja pero funciona. “Ahora se nos rompió el ecógrafo”, dijo. el aparato tiene tres décadas de antigüedad. “Anda bien. Lo que ocurres es que se rompió y el arreglo vale U$S 1.040. O sea, más de $ 70.000”, señaló. No obstante, integrantes de la comisión normalizadora que vino ayer de Paraná se comprometieron en reparar el ecógrafo. De hecho, en caso de que no se pueda arreglar, el compromiso será adquirir un nuevo. “Nos hace falta por la cantidad de gente que vemos que demanda rayos, mamografía, ecografía”, admitió.
