Los funcionarios judiciales se comunicaron con Caccioppoli con el fin de conocer si Miño ha perpetrado algún acto de violencia o amenaza sobre su persona o algún miembro de su familia desde el momento de la liberación.
Además, Caccioppoli manifestó que mientras el “delincuente”, quien vive en Santa Teresita y 10 del oeste de Gualeguay, “goza de su libertad ella aun no ha podido recomponer los libros perdidos durante el atentado y que es ella la que se siente entre rejas al estar vigilada con custodia policial día y noche”.
Asimismo, señaló que “ahora se siente una víctima más, como sus compañeros de A.PER.JU”. “Ni las pruebas ni los hechos les importan a quienes perciben un sueldo y ‘supuestamente’ están capacitados para proteger a las víctimas y hacer justicia, por lo menos así lo demuestran los hechos”, señalaron en la nota.
En otro párrafo se menciona que: “este absurdo judicial hace considerar a la Dra. Caccioppoli sobre devolver el título de abogada a la Universidad Nacional del Litoral, ya que, según manifiesta, ella estudió para obrar de otra manera, para ser colaboradora de la justicia y para que la ley se cumpla. Sin embargo parece ser que no son éstas las ‘‘reglas del juego’”.
Por último, Caccioppoli expresó que “no bajará los brazos, no se dará por vencida y continuará trabajando desde donde sea para que la justicia cambie”. Mientras que desde A-per.ju. se preguntaron: “¿acaso intentan que las víctimas tomemos otro camino ya que los que deben garantizar justicia según las normas legales vigentes no lo hacen?”.
