Finalmente la identidad del joven se estableció a raíz de un operativo policial ordenado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, donde se le secuestró indumentaria de manera compulsiva para efectuar los análisis genéticos y en diciembre pasado pidió el cambio de nombre en sus documentos.
Recuperar su identidad significó deshacerse de «varias mochilas», evaluó al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 6 que juzga el plan sistemático de apropiación de niños en la última dictadura militar.
Su «madre de crianza», esposa de su apropiador ya fallecido, le reveló que era adoptado ya de adulto. «Me dijo que me habían dejado de bebé sobre su cama matrimonial y me encontró cuando volvió del trabajo».
«Mi principal preocupación no era la negativa a conocer mi identidad sino criminalizar a mi vieja», agregó el hoy abogado Rochestein, padre de tres hijas, sobre el proceso que derivó en saber su identidad, en una investigación que comenzó con la confesión de un ex compañero de armas de su apropiador.
El resultado del estudio genético le fue notificado en las escalinatas del edificio judicial que funciona sobre avenida de los Inmigrantes, en Retiro, donde estaba trabajando.
«Sabía que hice todo lo posible y no dependía más de mi, son mochilas que uno se va sacando», reflexionó el nieto 102 recuperado.
Rochestein fue criado como propio por el ex miembro de la Fuerza Aérea, Juan Carlos Vázquez Sarmiento, prófugo de la Justicia, y su esposa Estela Maris Emalid, a quien el joven considera su madre, aclaró hoy.
El nieto 102 es hijo biológico de Graciela Tauro y Jorge Rochestein, ambos desaparecidos tras ser secuestrados en un bar de Hurlingham, llevados él a la Mansión Seré y ella a la Escuela de Mecánica de la Armada, para dar a luz en la maternidad clandestina que funcionó allí en 1977.
La búsqueda judicial comenzó en 2002 cuando el ex suboficial de la Fuerza Aérea detenido Julio César Leston dio pormenorizados detalles sobre el caso Tauro-Rochestein y otros, al ser indagado.
Leston era muy allegado al apropiador de Rochestein y de hecho iba a ser su padrino, algo que finalmente no sucedió.