Trabajadores, estudiantes, profesionales, hombres y mujeres de todas las edades pagaron con su vida y desaparición esa insolencia. A ellos recordamos hoy. La democracia es el reconocimiento de los derechos civiles, políticos y humanos. Su recuperación no tiene vuelta atrás, ya no se discute. Millones de argentinos, nacidos desde 1983 no conocen otra forma de gobierno y saben que en su defensa no hay renunciamientos. A pesar de eso, existen argentinos y argentinas con derechos vulnerados.
Se ve cuando la salud y la educación no son las mejores. Cuando la alimentación no es la adecuada ni la vivienda es digna. Cuando los salarios y las jubilaciones se encuentran debajo del mínimo indispensable para vivir. Cuando la justicia tarda y deja de ser justicia. Si desde el mismo Estado se impulsa represión la situación se agrava. Si se criminaliza la protesta, si se encarcela a trabajadores, si se reprime a comunidades indígenas, si se vulneran los derechos ambientales, hay que oponerse, protestar, marcha y proponer una vida donde los valores colectivos estén sobre los individuales o sectoriales.
Son muchos los nombres de los desaparecidos en democracia, irresueltos aún. Y esto solo se puede producir con complicidad de algún sector estatal.
Algunos nombres son Carlos Fuentealba, Luciano Arruga y Jorge Julio López. Para recordar a aquellos luchadores desaparecidos, tenemos que ser capaces nosotros de cambiar la realidad y en acciones concretas hacer realidad los derechos que nos permitan vivir con dignidad, esa es la tarea permanente. Exigimos como lo venimos haciendo cada día: Remoción del jefe del Ejército César Milani Terminar con la criminalización de la protesta social. Esclarecimiento de las desapariciones en democracia. Derogación inmediata de las leyes de criminalización de las protestas como la Ley Antiterrorista, desprocesamiento de los compañeros judicializados. Respeto a la autodeterminación de los pueblos, y a nuestros hermanos de los pueblos originarios. Derogación inmediata del inconstitucional artículo 5º de la Ley Nº 5654/75, que permite a la policía detener arbitrariamente “para la identificación de las personas”, que se usa para perseguir a trabajadoras sexuales y políticas.
Terminar con la precarización laboral Reclamamos políticas públicas contra la megaminería, la expansión de la frontera de los agronegocios, el avance de la explotación de hidrocarburos no convencionales (fracking) y el modelo extractivista en general, que generan concentración económica y despojo, y avanzan sin consulta pública ni licencia social. Desarticulación de las redes de trata de personas y del narcotráfico, negocios criminales que se apoyan en complicidades políticas, judiciales y policiales.
Juicio y castigo a todos los responsables del terrorismo de Estado, tanto a los brazos ejecutores, como a los cómplices civiles y eclesiásticos.