El 18 de mayo pasado se confeccionó un acta de inspección en la cual se observó que la firma no completó la construcción de un colector de purgas de los tanques de almacenamiento de aceites y cámara de bombeo de reciclado a refinación y clarificación, no terminó la construcción de la cámara interceptora y no puso en funcionamiento del ciclón y el lavador de gases de los digestores.
La planta industrial que transforma los desperdicios animales realiza una función de reciclado de recursos que es importante en sus aspectos económicos, sanitarios y de protección del medio ambiente, pero deficientes o inexistentes sistemas de tratamiento de sus efluentes contaminan el arroyo Calá y todo su ecosistema.
La cercanía con la localidad de Rocamora y los pocos kilómetros que la separa de la periferia de Basavilbaso genera riesgo de exposición a la contaminación atmosférica a miles de personas y afecta la calidad de vida y el uso y goce de terrenos dedicados a las diversas actividades productivas y de esparcimiento. Desde hace veinte años se han sucedido denuncias de los vecinos, con inspecciones y resultados muy desfavorables en la calidad de los efluentes líquidos, pero recién por primera vez la compañía fue multada.
El monto insignificante de la sanción económica, de $4500, generó numerosos interrogantes que el Diputado Aldáz intentó disipar asegurando: “Manfico es un tema emblemático para nuestra zona”, y aclaró que a pesar de la exigua multa, a partir de ahora la empresa deberá “cumplir con las reglas” o “de esta sanción se podrá avanzar en multas de mayor valor e incluso la clausura”, afirmó
En declaraciones a FM Riel, Aldáz descartó algún tipo de compromiso con los empresarios responsables de la planta y aclaró :“no estoy para apañar que se siga haciendo daño, como en los últimos 20 años”. En este sentido, deslizó algunas críticas a quienes precedieron. “Se hicieron los distraídos” y “pareciera que cuando viajaban a Paraná no pasaban por el lugar o no se daban por enterados del daño que provoca Manfico”, aseveró.
