Por Federico Odorisio, de la Redacción de DIARIOJUNIO
Los ministros de Interior y Economía, Wado de Pedro y Martín Guzmán, estuvieron este jueves por la tarde en Concordia -antes habían pasado por la capital entrerriana, Paraná- para participar en una ronda de diálogos con representantes de distintos sectores de las economías regionales, en el marco del plan de desarrollo Federal que impulsa Nación.
Luego de explicar que este proyecto intenta darle al país un carácter “multipolar”, que combata la presencia predominante del AMBA, haciendo más atractivas las economías regionales del interior del país, De Pedro y Guzmán se aprestaron a escuchar las problemáticas e inquietudes de cada sector que fue convocado a la reunión.
Entre los empresarios, académicos y productores había representantes de la cadena foresto industrial, del citrus, los arándanos, el arroz, cámaras comerciales y de la industria del Software.
En primer lugar, todos los oradores agradecieron la quita de retenciones a las economías regionales, lo que significa para la provincia de Entre Ríos un total de 535 millones de pesos, y pidieron que esa medida no sea efímera y pueda prolongarse en el tiempo.
Cada sector pidió por lo suyo y contó algunos de los inconvenientes que suelen presentarse en las distintas actividades en este contexto de pandemia de Coronavirus que cayó, como piedra sin llover, en el tránsito de una crisis económica caracterizada por una recesión con inflación y una deuda externa sin precedentes.
La cadena Foresto Industrial, por ejemplo, planteó la dificultad o la tardanza para acceder a herramientas e insumos importados, así como la necesidad de reactivar los muelles contenedores en el puerto de Concepción del Uruguay para permitir la salida de madera aserrada, sin depender del puerto de Buenos Aires, y de esa manera abaratar costos de transporte.
Desde el sector arrocero recordaron la época de bonanza durante el gobierno de Kirchner cuando llegaron a exportar enormes cantidades de arroz a Venezuela y se lamentaron porque muchos productores tuvieron que migrar a la vecina provincia de Corrientes, durante los años del gobierno de Macri, por las diferencias abismales -de hasta un 70 por ciento- en el costo de producción. También pidieron por la implementación de un “Fondo Arrocero” para ayudar a resurgir la actividad, asegurando que el sector puede “devolver con creces como ya -aseguraron- lo ha hecho antes.”
De parte de la Industria del Software, con sede predominante en Concepción del Uruguay, luego de detallar algunos de los tantos y enormes beneficios de la actividad, destacaron que la Provincia se haya adherido al “régimen nacional” y se pidió por la creación de un Polo Tecnológico que podría ser en el Parque Industrial de aquella ciudad.
Desde el comercio y las Pymes se pidió por mayor facilidad de acceso al crédito tanto de la banca privada como del estado, cuestión que señalaron se torna imposible, sobre todo en épocas de dificultades que es cuando más se necesita. “Nosotros no abandonamos el barco cuando parece que se hunde, ni nos llevamos la plata y la escondemos en paraísos fiscales”, se escuchó decir a unos de sus representantes.
Desde el sector del arándano valoraron la quita de retenciones, lo que les brinda una mayor competitividad en el mercado internacional, teniendo en cuenta que se trata de una fruta de la cual se exporta el 90 por ciento de la producción total.
El sector del citrus también aplaudió la quita de la alícuota a la exportación. Además planteó la necesidad de una mayor agilidad en los trámites a través de la página de AFIP; pidieron porque el Estado interceda en el oligopolio que vende los insumos al sector, explicando que llegaron a pagar con un cambio “Dólar Blue” de hasta 195 pesos por productos importados. Por último, solicitaron una menor presión tributaria para el sector, aduciendo que eso es lo que lleva muchas veces a los productores a contratar trabajadores en la informalidad.
Sobre este último punto, al finalizar la ronda de disertantes, el ministro de Economía, Martín Guzmán, fue taxativo al decir que el Estado no se puede permitir dañar la cuestión fiscal. Al igual que como hizo un mes atrás ante el CEO de Techint, Paolo Rocca, en el evento ProPyme, Guzmán explicó que “la estabilidad cambiaria es fundamental, pero hay que poner las cuentas en orden a una velocidad que le permita a la economía levantarse, recuperar reservas internacionales, achicar el déficit fiscal, pero con más orden en la estructura tributaria y así trabajar para mejorar las condiciones de competitividad de las distintas economías regionales. No estamos en condiciones de reducir los ingresos fiscales.”