“El proyecto que nosotros presentamos dice que ante una condena por cualquier tipo de delito, ese extranjero puede ser expulsado del país”, puntualizó el legislador, remarcando que esa acción es adoptada siempre luego de la condena.
Consultado por radio El Mundo respecto de si temía ser tachado de xenófobo, De Narváez aclaró que “para nada, muchísimos países del mundo en donde rige la ley y el orden, un extranjero que es condenado es extraditado”.
Destacó que su abuelo fue un inmigrante y su propia condición de extranjero (nació en Colombia): “yo tampoco nací en Argentina, y elegí ser argentino, pero no vine, ni mi mamá, ni mi papá, ni yo, a la Argentina para delinquir. Vinimos para generar un proyecto de familia, de futuro. Yo creo que la inmensa mayoría de los extranjeros que han formado nuestro país vinieron con esa vocación”.
“Ahora, hay una realidad actual: sí, es verdad que un 10, 15, o 20% de los delitos los cometen personas extranjeras; me parece que con una legislación adecuada esa persona tiene que ser extraditada”, puntualizó, advirtiendo además que “tenemos pasos previos, hay cantidades de personas viviendo ilegalmente en la Argentina”.
Luego apuntó hacia el kirchnerismo, al que acusó de haber “profundizado un enorme desorden en la sociedad”, uno de los cuales tienen que ver con “una enorme cantidad de personas que ingresaron ilegalmente al país. Esa no es una visión xenófoba, es simplemente decir que hay una ley que se tiene que cumplir”.
Asimismo consideró que “está mal” que cantidades de extranjeros vengan al país en tours de salud para usufructuar los servicios gratuitos de salud de nuestro país. “Está mal, porque estoy prestando un servicio de salud, priorizando o por lo menos poniendo en iguales condiciones con aquel ciudadano argentino o extranjero residente que con sus impuestos, paga el servicio de salud”.
“Yo creo que estos tours de salud de extranjeros que vienen a hacerse tal o cual tratamiento, consumiendo un costo que está pagado por los argentinos o residentes extranjeros legales, me parece que saca el orden de prioridades”, remarcó, aclarando que la suya no es una posición dura, sino un pedido de “poner orden”.