El representante de los remisses indicó que la intención es evitar lo que sucedió con el último aumento. En julio se incrementó un 8 % la tarifa. Martínez explicó que ese porcentaje debió de haberse aplicado en enero pasado pero por diversos motivos no se llevó adelante. Pero cuando se concretó, el viernes 30 de junio, al lunes siguiente, 3 de julio, se produjo un nuevo aumento de los combustibles. En consecuencia, ese porcentaje recién podrán trasladarlo a las tarifas en diciembre próximo.
Desde ahora en adelante, desde el sector proponen que el incremento de las tarifas se haga en base al costo de vida. “Ayer estuvimos hablando con el intendente y él está de acuerdo en hacerlo por el costo de vida cada cuatro meses. Y en forma automática, sin coeficientes”, manifestó. Martínez dijo que ese cálculo debe surgir de la canasta básica que mide el Indec.
Según el IPC (Índice de Precios al Consumidor) del Indec, el costo de vida en los últimos cuatro meses aumentó un 7,5 %: 2,4 % en marzo, 2,6 % en abril, 1,3 % en mayo y 1,2 % en junio. Un cálculo no muy alejado del 8 % aprobado. Pero de haberse calculado de esa forma antes de esa fecha la tarifa se hubiese incrementado un 6,6 % en marzo en base a la variación de los meses anteriores: 1,6 % en noviembre; 1,2 % en diciembre de 2016; 1,3 % en enero y 2,5 % en febrero. En consecuencia, la tarifa ya tendría un 14 % de incremento a esta altura del año, mucho más que el 8 % otorgado hace pocos días.
La tarifa aumentó un 8 % en julio y en consecuencia, la bajada de bandera pasó de $ 23 a $ 25,20 y los 100 metros de $ 1,18 a $ 1,26. Pero de aplicarse el cálculo anterior, aplicándose sobre una base de $ 23, la bajada de bandera costaría hoy $ 26,20.
“La nafta ya no nos sirve”, explicó Martínez. Como ejemplo, mencionó que un remissero que a comprar una batería que “hace un año costaba $ 300 o $ 400” y hoy vale $ 2.200. “Vos no solamente echas nafta, tenes los frenos, los focos, todo el mantenimiento”, indicó. El ítem más importante es el auto. De hecho, los precios de los 0 km. se han incrementado y los modelos deben renovarse periódicamente bajo el riesgo de quedar sin habilitación en caso contrario. Martínez remarcó que la flota que hay en la ciudad no se encuentra en otra localidad de la provincia. “La gente busca un cero o dos años menos. Vos ves todos autos nuevos o 0 km”, dijo.
Martínez explicó que la modificación, en caso de que se apruebe, no se va a producir “ni mañana ni pasado” sino que deberán esperar a que los concejales estudien el tema. Por ello, estimó que en septiembre u octubre habría novedades. Además mencionó que a los únicos que les interesa los trabajadores del volante es “a los Cresto” porque el padre del mandatario actual, Juan Carlos, los atendió varias veces y se hizo la ordenanza. “’Enriquito’ nos atendió dos veces”, indicó. Pero el gobernador Gustavo Bordet: “nunca nos atendió” cuando era intendente.
