La última candidata a gobernadora por el FAP-GEN, Ana D’Angelo, renunció a la fuerza política que en Entre Ríos propuso a Hermes Binner para al presidencia en la elecciones del año pasado.
Sobre este hecho, que involucraba a 197 casos, el abogado Alberto Baraldo Fernández, -que es congresal nacional de GEN y miembro de la Junta Electoral Nacional del partido que conduce Margarita Stolbizer- presentó una denuncia a la Justicia Federal a fin de evitar que el GEN se vea salpicado por “maniobras que no son ajustadas a la ética que ordena nuestros principios” y que involucran “estrictamente al Encuentro Amplio”. publicó El Once.
La Secretaria Electoral de Entre Ríos informó de varias renuncias al partido GEN en el ámbito de la provincia, entre las que se encontraba la de la ex candidata a gobernadora y esposa del diputado provincial por el FAP-GEN, Enrique Fontanetto.
La dirigente relativizó la importancia de la denuncia y dijo que había decidido renunciar y también abrir un paréntesis de tiempo en su actividad política porque está “cansada de remar contra cosas que me parece que no se pueden cambiar” y había tenido una “mala experiencia en el FAP”.
D´Angelo le restó trascendencia al planteo por las fichas al afirmar que en la UCR “muchas veces pasaron estas cosas”, porque “nadie sale a ver si esa persona se afilió cuando vienen con una parva de fichas. Las autoridades partidarias firman y le ponen un sello y la mandan la justicia y nadie sabe como se hicieron”.
Recordó que se han hecho planteos para una reafiliación masiva en los partidos porque “todos sabemos cómo se ha afiliado gente en su momento y debe haber gente que ni sabe que está afiliada a un partido”.
Sostuvo que la Justicia “en vez de poner el acento en cuestiones de cuántas afiliaciones tiene los partidos, debería mirar a los partidos de los países desarrollados, meterse en la vida interna a ver si son democráticos, si son transparentes, como eligen su candidatos. Cuando uno sólo se fija en la cantidad de fichas se terminan cometiendo errores. Soy autora de proyectos de ley que implican una reforma política tanto en el proceso electoral como en la vida de los partidos políticos. Hay que apuntar a que los partidos cumplan con otras exigencias, que se baje el nivel de cantidad de afiliaciones”, sostuvo.
Tras afirmar que había tenido una “mala experiencia” en el FAP ratificó que le parecen “necesarias la coaliciones y los frentes” y recordó que fue la impulsora de la fusión con el GEN, pero “en la búsqueda de síntesis, no de seguir dividiendo”. Comentó que en la campaña esa síntesis no se produjo y cada sector de la coalición –el GEN, el Encuentro Amplio, los socialistas disidentes, los radicales que dejaron la UCR- manejó su propia lógica.
“No quiero pertenecer a un espacio en el que no me gusta lo que pasa”, concluyó.