«El fundamento de las floraciones son evidente y permanente y no hay suficiente información para orientar la toma de decisiones, por eso es fundamental formar gente que pueda detectar y monitorear la presencia de estas algas», indicó De León.
El curso estuvo orientado a docentes y técnicos vinculados con la biología y las floraciones algales y se realizó en dos grupos, del 13 al 14 de noviembre y por último el 20 y 21 de noviembre en las instalaciones de la Facultad de Alimentos.
El temario incluyó: Programas de monitoreo para floraciones algales; Definición de los parámetros a monitorear; Identificación taxonómica de las floraciones;
Métodos de análisis biológico y toxicológico; Obtención y evaluación de los resultados.
Consultada la especialista por tareas futuras de formación señaló “queremos hacer un seguimiento e invitar a los participantes para que sigan formándose en otros talleres de evaluación de actividades y discusión para mejorar los procedimientos de estudio y monitoreo de las algas que están afectando nuestras aguas”.
Las floraciones algales nocivas son eventos de multiplicación y acumulación de microalgas (cianobacterias), que presentan un aumento significativo de la biomasa de una o pocas especies en períodos de horas a días.