CUMBRE en EE UU: Argentina insistirá con la relocalización

Durante toda la semana, los enviados permanecerán en los Estados Unidos, convocados por la Corona Española, para que cada país plantee sus argumentos frente al conflicto suscitado por la instalación de la pastera finlandesa Botnia en Fray Bentos, sobre la margen del río Uruguay.
Por el lado argentino, viajaron la consejera legal de la Cancillería, Susana Ruiz Cerruti; y el jefe de gabinete de la cartera, Alberto D’Alotto. A ellos se sumarán dos técnicos contratados por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable Jorge Rabinovich —quien viaja a Nueva York desde París— y Luis Tournier; y el secretario de Medio Ambiente de Entre Ríos, Gabriel Moguilner, en representación del Gobierno provincial.
Precisamente este funcionario dijo que “las expectativas que llevamos se enmarcan dentro de lo que son los puntos de la agenda de Madrid, es decir, lo que ya se acordó con Uruguay, donde figura en primer lugar la relocalización de la planta”, explicó Moguilner.

Intereses

Cabe destacar que los otros tres puntos son la aplicación del Estatuto del río Uruguay, la circulación de rutas y puentes que unen los dos países y la protección ambiental del río Uruguay y la promoción del desarrollo sustentable de sus áreas de influencia.
“En el punto del Estatuto estamos hablando de la ilegalidad de Botnia —ratificó el funcionario— con la unilateralidad de la construcción de la planta, sin hacer ningún tipo de consulta a la otra parte, o sea, la provincia de Entre Ríos”.
La comitiva argentina confía en “abrir la discusión, para empezar a hablar acerca de que, entre otras irregularidades, Botnia no propuso ningún tipo de alternativa en la presentación de estudios de impacto ambiental, focalizándose sólo en Fray Bentos, haciendo prevalecer su interés económico por sobre cualquier otro tipo de interés social o ambiental”, advirtió Moguilner, para agregar que “ellos no pueden justificar por qué se localiza allí la planta”.
El funcionario remarcó que “no estudiaron el impacto transfronterizo que sin dudas hubieran tenido que hacer si hacían esta fábrica en Finlandia. Es decir —reflexionó— son tantas las cosas que hicieron mal desde la instalación en Fray Bentos, que afectaron especialmente a un corredor turístico a lo largo del río”. Fue allí que el secretario aclaró que el tema de la relocalización “tiene que ver con los estándares, porque no es lo mismo un estándar para una zona industrial que para una turística, y hay diferentes impactos sobre cada una de ellas”.

Empantanados

—Analizando la posible estrategia del Uruguay, ¿ven atisbos de una posible relocalización?
—De acuerdo con lo que declaró el vicecanciller uruguayo, ellos van a ir a dialogar pero sin grandes expectativas, porque argumentan que esto no se va a cambiar con dos reuniones. Personalmente, creo que van con una postura de no negociar, a escuchar, pero sin dar explicaciones, teniendo en cuenta que están ante un 80 ó 90 % de la planta construida, y con pruebas ya realizadas y recibiendo materia prima, lo que equivale a decir que en pocos meses comienza la producción. A mi juicio, tienen una postura ligth, distendida, frente a un tema tan importante y enmarcados en una cuestión judicial que se trata en el Tribunal de La Haya.
—Después de este encuentro en Nueva York, ¿cuáles son los pasos que siguen?
—Sabemos que esta es una reunión técnica muy importante, y de acuerdo con lo que dice Uruguay, tendremos una agenda abierta para seguir discutiendo. Pero mientras tanto, los tiempos se van dilatando, y ellos avanzan sobre la teoría de los hechos consumados, que a esta altura, más que una teoría ya es una realidad.
—Es decir que a la Argentina ¿sólo le resta esperar el fallo de La Haya?
—En un punto sí, pero nosotros intentamos con estos diálogos desnudar la realidad de lo que Botnia no hizo, de lo que no hizo el Uruguay. Es decir que estos encuentros se concretan sin perjuicio de estar convencidos de que el fallo saldrá a favor de la Argentina.

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