El Programa OVO básicamente brinda un tiempo y un espacio a los chicos para que puedan pensar sobre qué cuestiones son las que están obstaculizando su arribo a la toma de una decisión.
En este sentido, es importante que cada uno de los chicos realice personalmente esa elección. “Nadie puede tomarla por ellos, ni los padres, ni los docentes; tiene que ser una dedición pensada por cada uno ellos, sea lo que sea que cada uno elija, porque cuando hablamos de elección no estamos pensando únicamente en que elijan seguir estudiando algo, puede ser que digan «yo quiero trabajar» o «yo quiero aprender un oficio»”, señaló la psicopedagoga Cecilia Agosti, encargada –junto al psicólogo Flavio Muzzy– de la articulación del OVO.
Según un comunicado oficial, el Programa de CAFESG –que ya se extendió a 4 establecimientos de Federación con un total de 135 alumnos– ha sido pensado como un espacio para que los chicos puedan preguntarse “¿qué nos está pasando?”, y así identificar cuáles son los obstáculos que están teniendo para poder elegir, los cuales generalmente tienen que ver con el miedo a equivocarse.
Sin exámenes y junto a los padres
Cada grupo –compuesto por aproximadamente 40-50 alumnos– ha tenido siete encuentros semanales de una hora y media cada uno. En tanto, un octavo encuentro fue reservado exclusivamente para los padres. Además de generar un ámbito para que cada uno pueda ir pensando sobre su futuro, se brindó información a los chicos sobre las distintas ofertas educativas de la ciudad, la zona y otras plazas.
“No se dictaron clases, no se tomaron pruebas: fueron encuentros para trabajar sobre el proceso de toma decisiones”, agregó Agosti.