Cuidados paliativos: profesionales del hospital de Clínicas expusieron su experiencia en el Senado

El presidente de la comisión de Salud, Carlos Garbelino (PJ), fue acompañado por el ministro de Salud de la provincia, Ángel Giano, funcionarios de la secretaría de Salud, el director del hospital San Roque de Paraná, Hugo Catti y los autores del proyecto que ya cuenta con media sanción de Diputados, Darío Argain y Ana D ´Angelo.
La doctora Rosa Mertnoff, titular del Programa de Cuidados Paliativos que se desarrolla en el hospital de Clínicas comentó que el programa se inicia en 1998 y que se fue consolidando hasta 2004, cuando se planteó la posibilidad de hacer un programa de asistencia domiciliaria como el que conducen en la actualidad.
Mertnoff expuso que se busca la mejor calidad de vida posible para cada paciente y se hace ayudando a la familia. “Los cuidados paliativos no pretender acelerar ni prorrogar la muerte. Afirman la vida y consideran el morir como una proceso normal”, enfatizó en el recinto de la Cámara Alta.
Además de decir que Entre Ríos se encuentra en una posición óptima para aplicar un programa de este tipo, consideró “fundamental” para lograr hacer viable el proyecto el coordinar la relación con todos los servicios que brinda la unidad hospitalaria. “Ver como articulamos con el resto, con la guardia, con los consultorios, es vital”, indicó.
Por su parte, Garbelino dijo que los cuidados paliativos no se dirigen a prolongar el tiempo de vida del paciente, “sino a que su calidad de vida tenga la mejor condición posible: son acciones dirigidas a afirmar el valor de su vida, considerando que la muerte es un acontecimiento natural e irreversible”.
Agregó que el ámbito más adecuado para un tratamiento paliativo es el domicilio de la persona enferma, cuando ello es posible. “Es preciso buscar sistemas que integren la asistencia a domicilio con la internación. Hay que lograr que el contexto existencial de la persona sea su familia en la mayor medida posible”, indicó.
El legislador precisó que esto es posible de lograr si se cuenta con un equipo interdisciplinario formado, de modo tal que la presencia del sistema de salud en lugar de aislar al paciente en un contexto de tecnología se pone al servicio de quien muere para controlar en la medida de lo posible los síntomas de dolor y hacer significativa la vida del paciente. “Es decir, que no sólo se atiende a su dimensión física, sino que integra la dimensión psíquica, relacional y espiritual”, explicó.
A su turno, la doctora Pincemin, dijo que se han acostumbrado a un paradigma en medicina que ha dado resultados y tiene que ver con lo que la sociedad espera de la medicina. “La cuestión de la muerte está poco presente en la red social. Por eso hablar de esto y con la familia es algo que hay que aprender y se tiene que ir haciendo”, opinó.
Aquí, en esta propuesta, aparece un actor que es fundamental, como el voluntariado. “Personas que sostienen las casas y acompañan a la persona desde lo físico y desde lo espiritual. Es un recurso más de la sociedad relacionado con los cuidados paliativos y debe ser tenido muy en cuenta”, propuso Pincemin.

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