A escasos metros del Carrefour, bolsas de residuos se desparraman a lo largo y ancho de los terrenos linderos. Hay un cartel que advierte que no se puede arrojar basura pero es como si no lo hubiera .Los desperdicios se acumulan sobre la tierra apisonada mientras un caballo pasta pacidamente. Algunos de los automovilistas que cruzan sobre la calle de ripio se detienen y arrojan sus deshechos. “Tengo fotos y videos de gente tirando basura. Sin problemas y a cara descubierta abren el baúl, sacan las bolsas de basura y las tiran. Camionetas enteras descargando basura”, acotó Bozzolo.
“Yo estoy construyendo en la zona. A mi me toca de cerca y seguramente mucha gente le resta importancia pero yo que estoy construyendo y somos varios más que estamos construyendo y estamos cansados de quejarnos”, dijo.
“Ya he denunciado en otras oportunidades en Saneamiento Ambiental y en la municipalidad e incluso envié una carta al Concejo pidiendo que tomen cartas en el asunto y vean que hay mucha gente, familias y chicos que viven en esa zona”, dijo Bozzolo.
Hace un año y medio presentó una carta en el Concejo y fue llamado por los ediles. “Pero decidieron que, como era un terreno privado, ellos no podía hacer nada”, dijo. No obstante, citó una ordenanza de 2012 que establece que si el propietario no se hace cargo de la limpieza del terreno, la municipalidad está obligada a hacerlo. “Lo dice la propia ordenanza que la dictaron ellos», dijo. Hizo gestiones para que la secretaría de Salud y Medio Ambiente se encargue. «Pero no lo hacen lamentablemente. En este caso se están lavando las manos”, señaló.
En efecto, la norma Nº 34.885 establece que (art.1º) “todo propietario, poseedor, tenedor, usuario y cualquier otro ocupante de inmueble con o sin mejora, estará obligado a mantenerlo libre de cualquier tipo de basura, yuyos y/o malezas, desratizado y desinfectado, en buenas condiciones de higiene, salubridad y estética a fin de preservar la salud y seguridad de la población”. De lo contrario, (art. 4º) “se facultará al Departamento Ejecutivo Municipal a realizar los trabajos de limpieza y desmalezamiento del terreno o vereda por si o por medio de terceros, cuyo costo será a cargo del responsable del inmueble”.
Bozzolo denunció además la presencia de numerosos roedores. “El peligro es que en la parte de atrás del hipermercado, en el sector de descarga de los camiones que está por Gobernador Cresto (ex San Luis), entre J. J. Valle y Lieberman, está plagado. Esas ratas seguramente también están adentro del hipermercado porque la basura que hay ahí es impresionante”, sostuvo.
El vecino indicó que hay cerca de 40 chanchos sueltos en esos terrenos, criados por los carreros, que se alimentan de la basura. “En los terrenos baldíos que están atrás del hipermercado que son terrenos privados, se fue metiendo gente, fueron armando las viviendas precarias, los ranchitos, y a la vez tienen los carros que vienen al centro, busca toda la basura y van allá y la tiran para darle de comer a sus propios chanchos que están sueltos y andan caminando en todo el barrio comiendo basura”, indicó.
Para Bozzolo, se terminó el tiempo de gestionar en silencio ante las autoridades. “Mi idea, desde un primer momento, no era hacerlo público, Lamentablemente se tiene que hacer público porque de otra manera… está comprobado que desde hace un año y medio que venimos que estamos tratando de resolver ese basural que está a pocas cuadras del centro, una zona muy transitada y sino es haciéndolo público, la municipalidad aparentemente no da respuestas”, reflexionó.
Un proyecto demorado
Hace un año, en julio de 2012, el gobernador Sergio Urribarri se reunía con el intendente Gustavo Bordet y el titular de la UEP Faustino Schiavoni. En ese encuentro definían detalles del llamado a licitación de la segunda etapa de la obra de saneamiento del arroyo Manzores. Los trabajos, que se preveían iniciar a principios de este año, comprenden el saneamiento a cielo abierto de 3,8 kilómetros del curso de agua, desde su naciente, y la relocalización de viviendas para integrar la zona al circuito urbanístico de la ciudad. El costo mencionado de la obra en ese entonces era de US$ 21 millones. O sea más de 100 millones de pesos.
“Hay dos manzanas que en su momento habían sido preservadas para el Saneamiento del Arroyo Manzores”, indicó el vicepresidente del Concejo, Mariano Giampaolo. “Una obra que en su primera etapa tiene un final exitoso como es la desembocadura del arroyo que ha cambiado y ahora está en los primeros pasos de la segunda etapa que es la cuenca media”, señaló el edil.
Giampaolo admitió que el tema es urgente. “Pero hay que llevarle a la gente la tranquilidad de que en el mediano plazo el saneamiento de la cuenca media va a eliminar todo esto y va a convertir esa cuenca en un paseo tan lindo como el que hay hoy en la desembocadura”, añadió.
El vicepresidente del Concejo dijo que lo último que escuchó es que ya estaban en “el inicio de la ejecución”. Y señaló que se trata de un programa especial que viene financiado por el Banco Mundial. “Hay un trabajo gigantesco de relevamientos, de estudios técnicos porque obtener financiamiento internacional como el que se obtuvo no es una tarea fácil”, manifestó.
Además de la parquización, se planea la relocalización de 242 viviendas familiares ubicadas sobre las proximidades del arroyo, ocupando cotas bajas. “Es una tarea titánica”, indicó el edil dado que se necesitan programas habitacionales para que los núcleos familiares se muden. “De hecho el Concejo votó varias ordenanzas que permiten la construcción de las nuevas viviendas”, indicó. Una vez realizada la tarea, la ciudad ganará espacios verdes. “Se va a ganar una línea verde; va a quedar realmente un pulmón verde”, señaló Giampaolo. Por ahora es un pulmón enfermo, atosigado de impurezas.