Marcado por la lucha antiimperialista, Fidel ingresó victorioso junto a las fuerzas del Ejército Rebelde en Santiago de Cuba para derrocar al dictador Fulgencio Batista. Casi 60 años después la isla mantiene su firme decisión de ser libre ante cualquier injerencia foránea.
Una ceremonia con 21 salvas de artillería en honor al triunfo de la Revolución Cubana en la fortaleza de San Carlos de La Cabaña, en La Habana (capital), son parte de los actos conmemorativos.
La embajada de Cuba en El Salvador señaló en redes sociales que se unieron a la celebración con la conciencia del “deber cumplido y comprometidos a continuar dando nuestro máximo esfuerzo”.
En horas de la tarde se esperan, entre otras cosas, actos culturales como la función del Ballet Nacional de Cuba (BNC) que tendrá una puesta de Don Quijote, uno de los principales clásicos del repertorio universal.
La llegada de Fidel al poder representó desde el comienzo el desarrollo para la isla. El líder de la Revolución Cubana construyó las bases de una serie de transformaciones sociales, políticas y económicas en beneficio del pueblo, que aún continúan a pesar del bloqueo impuesto por Estados Unidos (EE.UU.) en 1960.
El único país en Latinoamérica sin desnutrición infantil; un nivel de escolarización del 100 por ciento y tasa anual de alfabetización de adulto de 99,98 por ciento; una de las tasas de mortalidad infantil más baja del continente; junto a un sistema de salud reconocido como uno de los mejores del mundo, hacen de Cuba un ejemplo.
La mayor de las Antillas ha colaborado en el sector salud con más de 100 países durante estos 59 años de Revolución, con médicos desplegados en al menos 50 naciones.
Se trata de “un país que se ha convertido en una leyenda en su hemisferio y en el mundo entero”, afirmó el canciller ruso Serguéi Lavrov en una entrevista con el canal RT.
