Hace 16 años que un club deportivo profesional de Estados Unidos no pisaba la isla: fueron los Orioles de Baltimore, un equipo de béisbol. Y si nos ceñimos al fútbol profesional, la distancia es más larga: el Chicago Sting, en 1978. Tanto tiempo después, ahora le toca al Cosmos, liderado por Raúl, el ex del Real Madrid.
Mientras Junior Ramírez y los demás hacían fila afuera para comprar un boleto, dentro del estadio decenas de periodistas extranjeros rodeaban a los futbolistas del Cosmos para preguntarles por el significado simbólico del encuentro. “Lo importante es el fútbol”, respondió el capitán Carlos Méndez con la discreción proverbial de los futbolistas, aunque a continuación, ante la mirada ansiosa de los reporteros, concedió otra frase que sin ser un discurso de geopolítica aportaba algo más de contenido: “Y el fútbol puede construir puentes”.
Desde que Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el 17 de diciembre el inicio del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el Cosmos es el primer club estadounidense en visitar la isla. El partido de fútbol es también el partido del deshielo, un encuentro amistoso que simboliza en torno a un balón el carpetazo político a la Guerra Fría. Nada mejor para ello que el deporte que más calienta hoy en día a la juventud cubana.
Uno de los que esperaba por un boleto era Yosvani Fuentes, un muchacho de 16 años con una expresión de ilusión más propia de un niño de ocho y dueño de un caudal de rumores futbolísticos de última hora más propios de un periodista de 32, o de 48, permanentemente conectado a Twitter. Decía: que si esa mañana se había dicho que ya era casi seguro que el Madrid ficharía de entrenador a Rafa Benítez, que si Benítez quiere a Bale por la banda izquierda, que si Marcelo y Ramos “se van a la banca”, que Marcelo, en concreto, es demasiado ofensivo para Benítez, que el defensa brasileño juega “demasiado pa’lante”.
A Reinier González, narrador deportivo de Tele Rebelde, el canal nacional de deportes, le llamaban “loco” cuando en la segunda mitad de los años 90 apostó por darle más difusión al fútbol en radio y televisión. Dos décadas después, el loco González será el maestro de ceremonias del partido del deshielo, y también su locutor. Dos décadas después, muchos cubanos no pueden vivir sin fútbol. “Entre la juventud es el deporte número uno ampliamente. Es un fenómeno de la globalización que también ha llegado a Cuba, igual que a otros países de tradición beisbolera como República Dominicana o Venezuela”, explica.
El lunes por la tarde, Raúl dio una rueda de prensa especial acompañado por el ex más mítico del Cosmos: Pelé. Raúl agradeció la oportunidad de poder visitar Cuba con su equipo. Pelé, más parlanchín que el austero delantero español, recordó cuando en los años 60 viajaba con el Santos por países en conflicto para jugar partidos por la paz. La leyenda brasileña contó que en el 69 se paró la guerra del Congo mientras el Santos estaba allí, como deferencia a su visita. Este martes no hará falta frenar ningún conflicto armado. Cuba y el Cosmos jugarán, los cubanos disfrutarán y el deshielo, gota a gota, continuará.
