¿Cómo llegará el sistema de salud de Gualeguaychú al momento crítico? ¿Cuántas camas hay actualmente en las cuatro TI que tiene la ciudad? ¿De cuántas nuevas se dispondrá en las próximas semanas? ¿Cuán necesarios serán los respiradores mecánicos?
ElDía habló con los responsables de las TI de la ciudad. En todas se están haciendo reformas, se suman camas y aparatología; ante la escasez mundial, se arreglan respiradores rotos, y se empiezan a aplicar medidas extraordinarias en la atención de los pacientes.
Mariel Giménez es, hace seis años, sub jefa y coordinadora de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Centenario, una pieza clave en el Comité de Organización de la Emergencia Sanitaria (COES), conformado por profesionales de la salud pública y la privada.
“Junto con la Provincia, se dispuso la generación de 21 camas de terapia en el hospital. A las seis de siempre se van a agregar 15 más, para ello se están acondicionando las salas 1 y 3, que eran de clínica médica”, explicó Giménez, quien, junto a Juan García, el jefe de la UTI, y otros nueve médicos, conforma el equipo de la terapia pública.
Entre el jueves y el viernes, el hospital de Gualeguaychú recibió el equipamiento para la Sala de Máquinas, que generará los gases para los respiradores y toda la asistencia necesaria para que las nuevas 15 camas puedan funcionar. La segunda parte de los equipos, relacionados con el monitoreo, se colocará la semana que viene.
“Con nuestras 21 camas, más la de los privados, creemos que vamos a estar en condiciones de poder afrontar los probables casos críticos de la ciudad”, expresó la especialista en TI y detalló: “las nuevas 15 camas van a destinarse a pacientes Covid-19, y las otras seis van a ser para comunidad polivalente, pacientes con otras patologías críticas”.
Es importante tener en cuenta que en el caso de ingresar hoy un paciente con coronavirus, el sistema está preparado para contenerlo. Es que de las seis camas habilitadas actualmente hay dos que están asiladas, con protocolo propio y con personal exclusivo. Los Covid-19 irían allí. Donde han sido ubicados, históricamente, pacientes con infecciones bacterianas graves, por citar un caso recurrente.
Con nuestras 21 camas, más la de los privados, creemos que vamos a estar en condiciones de poder afrontar los probables casos críticos de la ciudad
Respiradores reparados y falta de especialistas
Solidaridad. El aporte económico de dos particulares y el trabajo, gratuito, de un bioingeniero pusieron en funcionamiento cinco respiradores que estaban en desuso
Solidaridad. El aporte económico de dos particulares y el trabajo, gratuito, de un bioingeniero pusieron en funcionamiento cinco respiradores que estaban en desuso
Como pasa con cualquier situación extraordinaria e importante, como la actual pandemia, que ya se cobró más de 100 mil vidas en el mundo, empezamos a familiarizarnos con términos y realidades que, en otro contexto, ocuparían un lugar totalmente secundario.
¿Quién no se ha ocupado de tratar de entender para qué se necesitan los respiradores que el mundo demanda?; de conocer las estadísticas de los países más afectados o, al menos, de interiorizarse sobre los síntomas y las vías de contagio. Toda, información nueva.
Pero, a medida que avanzan las etapas de la emergencia surgen nuevos problemas y desafíos. Javier Geuna es jefe de la UTI del Centro Médico San Lucas y contó cuál es la situación de la clínica privada, cómo se prepara para para lo que viene, y también se refirió a uno de los problemas que puso de relieve el Covid-19: la falta de especialistas en TI de la ciudad, el país y el mundo.
“Actualmente tenemos siete camas de TI, cinco de ellas con respiradores. Hay que tener en cuenta que un respirador no es sólo el aparato, requiere maquinaria, como bombas de infusión, y personal que lo sepa usar, entre otras cosas”, indicó. Y agregó: “Las estadísticas marcan que una cantidad menor de los infectados va a necesitar respirador. El resto son pacientes asintomáticos o que cursan cuadros leves, o que no llegan a ser graves”.
Según los cálculos del primer comité conformado por las terapias intensivas –después se amplió al COES– y el Ministerio de Salud de Entre Ríos, si Gualeguaychú atravesaría un escenario como el de Italia –de los peores en el mundo hasta ahora– necesitaría entre 50 y 60 camas de TI.
El objetivo planteado en ese momento, hace aproximadamente un mes, fue duplicar la capacidad de camas y respiradores en cada una de las instituciones. Entonces, a las siete existentes, San Lucas agregó tres más, que serán utilizadas para pacientes coronarios. Las otras serán de uso exclusivo para Covid-19.
Por otro lado, a los cinco respiradores existentes, en las próximas horas, se sumarán otros cinco que estaban en desuso, y fueron reparados “gracias a la solidaridad de un bioingeniero que puso la mano de obra gratuitamente y dos particulares que donaron los repuestos, hicieron la inversión”, contó Geuna a ElDía. Aunque aclaró que San Lucas incorporará dos de los cinco aparatos reparados, mientras que los otros tres quedarán a disposición del Comité de Crisis.
“El problema más importante que tenemos acá es la falta de especialistas de TI. Un problema que desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva venimos sosteniendo hace muchos años. Y no es un tema menor, porque al paciente lo tiene que atender alguien preparado para esa situación, y no cualquiera”, aclaró el médico.
En este sentido, toma importancia un dato: en Gualeguaychú, entre los residentes en la ciudad y los que llegan de localidades vecinas, son 13 los médicos intensivistas. Un número bajo para la cantidad de profesionales, por un lado, y para la importancia de la especialidad, por otro. Esta realidad hace que todos los especialistas trabajen en todas o casi todas las UTI locales.
“No esperaría un crecimiento alarmante de la curva”
Enrique Saad es el responsable de la UTI del Sanatorio Pronto y coincide con el diagnóstico de su colega. “Faltan especialistas”, afirma, contundente. “El problema es que el paciente que requiere asistencia respiratoria mecánica es muy difícil de ventilar. Manejar los respiradores en este tipo de pacientes es sumamente complejo. Y hay algo que la gente debe saber: un respirador bien utilizado puede salvar una vida, pero mal utilizado puede matar”.
“Hay un concepto erróneo que sostiene que si no hay un respirador para cada paciente se van a morir. Y, lamentablemente, las estadísticas nos dicen que son muy pocos los que sobreviven entre aquellos que llegan a la asistencia respiratoria mecánica. Los respiradores no nos van a salvar, lo que nos va a salvar es cumplir la cuarentena”, expresó Saad, con crudeza científica. Aunque enseguida matizó la incertidumbre con las palabras que, sobre todo en este momento, esperamos de un médico: “por como se viene dando todo, no esperaría un crecimiento alarmante de la curva de contagios; la evolución de la enfermedad, al menos aquí, es bastante alentadora”.
Al igual que todas las instituciones de salud, Pronto modificó su operatividad para que los pacientes sospechosos de Covid-19 no se crucen con el resto. Y, hasta el momento, el plan viene dando resultados. Un detalle: no han tenido positivos de coronavirus. “Sólo tuvimos un sospechoso, pero finalmente terminó siendo un caso de los tantos que hay de Dengue en la ciudad”, contó el médico especialista.
El sanatorio de la calle Urquiza tiene siete camas en la UTI, de las cuales cuatro están equipadas con respirador, y hay uno más que está en mantenimiento. Hay dos respiradores más que fueron pedidos a la Provincia, pero no hay certezas de que lleguen.
Una sala especial para los Covid-19 no críticos
Por su parte, el Sanatorio Luis Jeannot Sueyro cuenta con seis camas en la UTI (dos de total aislamiento, preparadas para casos de Coronavirus) y cuatro respiradores, pero actualmente dos están en reparación, por lo que sólo la mitad están operativos.
“De ser necesario el Sanatorio puede agregar otras seis camas más de TI, porque tiene a disposición lo que era la Terapia Infantil, que está equipada pero no cuenta con las camas ni con los respiradores”, relató a ElDía Telmo Martínez, presidente de la cooperativa que administra el ex Agos.
Por otro lado, adelantó que, entre otras medidas, se están preparando ocho nuevas camas para pacientes no críticos por Covid-19 (sin respiradores). “Eso iría en la parte de abajo del Sanatorio, que a partir de la semana que viene quedará dividido en tres: los consultorios por Andrade, una de las entradas de Ayacucho exclusiva para esta nuevas ocho camas, y la otra para las patologías comunes”, explicó.
Un problema más grave que los respiradores es la falta de insumos
Por otro lado, consideró que “un problema más grave que los respiradores es la falta de insumos”, y contó que “no hay stock de barbijos N95, camisolines, máscaras y antiparras. Sin esos elementos de seguridad la situación se va a agravar cada vez más. Esperemos que Gualeguaychú siga como viene, así eso no pasa”.