“Cuando no nos querían ni recibían en muchos lugares, el compañero Piaggio nos recibió” dijo Máximo Kirchner en Gualeguaychú

Ante el fervor de la militancia que cantaba “Cristina presidenta”, Máximo comenzó celebrando su visita a nuestra ciudad y destacó que “Hay mucha vida en Gualeguaychú. Fue una ciudad que recibió a muchos compañeros y compañeras en el 2016, en un gran plenario cuando no nos querían ni recibían en muchos lugares, el compañero Piaggio nos recibió” dijo Máximo Kirchner este sábado al mediodía en Gualeguaychú.

En esa línea, Máximo habló de la previsibilidad de los políticos, volvió a ponderar a Piaggio, dijo que tener previsibilidad política es importante para el ciudadano –te vote o no te vote- porque sabrá que hará el candidato si accede al gobierno, y destacó las medidas locales contra los agroquímicos.

“Cuando defendemos una política pública, pareciera que buscamos suprimir la existente. No es así, se trata de complementarla, se trata de sumar, de que haya más variables. Cuando se plantea una integración del sistema de salud, se plantea la necesidad de mejorarlo. La pandemia demostró que es necesario integrar los sistemas de salud” indicó.

Más adelante, Máximo sostuvo que “la integración no solo pasa por lo económico, sino también por lo pragmático. Quienes hemos vivido en el interior del país a miles y miles de kilómetros de la ciudad de Buenos Aires sabemos muy bien de las privaciones sanitarias. Estas discusiones que muchas veces terminan desvirtuadas anulan la posibilidad de discutir qué país queremos y terminamos discutiendo frases sacadas de contexto de un lado o del otro, en vez de discutir políticas públicas”.

“Siempre que discutimos presupuestos aparece la palabra gasto. Hay que reducir el gasto de salud, hay que reducir el gasto de educación o seguridad. La verdad, esto no es gasto, es inversión. A algunos les puede parecer semántica, nominativa, pero tiene que ver en realidad como discutimos Cuando el ciudadano, que paga sus impuestos, escucha la palabra gasto se mal predispone. Despierten” añadió.

En otro tramo de la intervención, Máximo sostuvo que “cuando hablamos de las cuestiones fiscales con el FMI, se plantean situaciones que se contradicen en pleno con lo que sus políticas dicen buscar. Es muy difícil que un pueblo salga adelante bajo esas condiciones”.

Y agregó “días atrás, en el congreso del PJ de la provincia de Buenos Aires, los medios tomaron solo una parte. Cuando hablamos de los vencimientos de deuda, cuando le contamos a los argentinos la curva de vencimientos que tiene nuestro país, mostramos lo irracional, lo criminal que fue el endeudamiento de la era Macri«.

Sobre el final de su discurso, llamó a poner “garra, cabeza, mucho corazón” para recuperar el país que se construyó entre 2003 y 2015, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

“No hay que usar la palabra empatía como si fuera un slogan, sino como como lealtad. A la empatía hay que creerla, sentirla, practicarla, esto es muy necesario”, dijo.

Luego enfatizó, en un guiño irónico al slogan de Juntos por el Cambio, que “los argentinos vimos y pudimos recuperar los sueños y la esperanza, y salir del lugar donde nos habían quebrado la autoestima, a fines de los 90. Argentina sí puede. Y no me molesta decir: sí, puede. No voy a dejar que nos roben más las palabras. El cambio somos nosotros, los que podemos somos nosotros y nosotras. Siempre lo hemos hecho, compañeros y compañeras. Basta de ir para atrás”, lanzó.

Y terminó, elevando el tono de voz: “Démonos la oportunidad de volver a soñar, terminemos con los imposibles. No importan los nombres y los apellidos, sino las ganas que tenga el pueblo de volver a tener una patria libre, justa y soberana”, cerró.

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