¿Cuál es el límite para la impunidad de Mauricio Macri?

Macri y Bullrich, principales responsables del apoyo al golpe de Estado en Bolivia

Y por supuesto que no es solo Macri y su banda de forajidos. También están las causas contra Urribarri, durmiendo la siesta eterna, o el robo de miles de millones de pesos que nuestros legisladores robaron, con los contratos truchos de la legislatura, causa en la que una vomitiva justicia adjudicó a una nomina de perejiles, responsables si, pero perejiles al fin, liberando de sospecha a los evidentes capangas de la runfla mafiosa, los presidentes de la Cámaras, en los periodos en los que se cometieron estos delitos, que siguen pastando en los alfalfares del presupuesto, tranquilos porque están blindados por fiscales y jueces amigos, puestos en sus cargos para garantizarles la impunidad.

Pero el caso de Macri es la culminación, la frutilla que corona la torta de bosta en que hemos convertido nuestra justicia.

Pensamos en el inventario de los delitos cometidos por el ex presidente que supimos conseguir y nos cuesta elegir cual de ellos, aunque sea uno, nos gustaría que pagase. Pero indudablemente, el último que se le ha descubierto pelea la cúspide de su brutal y obscena impunidad. El haber sido parte activa del golpe que derrocó a Evo Morales y haber enviado de contrabando pertrechos y armas de las fuerzas armadas de nuestro país, para reprimir a sangre y fuego al pueblo boliviano que salió a las calles a defender su democracia. El calibre del agravio cometido por Macri, con la complicidad de P. Bullrich, Faurie y el resto de los responsables, solo encuentra parangón con los delitos de lesa humanidad cometidos por la Junta Militar, delitos por los que fueron juzgados y condenados, como corresponde, en una gesta que quedará en los anales de nuestra historia, en mi caso personal sintetizada por la expresión del Fiscal Julio Strassera cuando proclamó aquel: Señores Jueces, Nunca Más, que arrancó lágrimas a media nación.

Disfrazada de guerrera

Sin embargo, pareciera que aquellos tribunales hubieran sido arrasados y los cargos ocupados por funcionarios mediocres y corruptos que están allí para garantizar la impunidad mas feroz de la que se tenga memoria.

¿Quieren algún otro?: Cuando su adláter, Guillermo Dietrich, lo ‘compenso’ con mil millones de dólares que sacaron de los fondos públicos, por lo que había perdido (SIC) por las actualizaciones de las tarifas de los peajes, peajes que le había regalado otro impune, Carlos Saúl Menem, que murió de viejito, en su cama, cuando tendría que haberlo hecho en alguna celda infecta como las que pueblan nuestras cárceles comunes.

O con los 300 millones de dólares, más 20 años de intereses, que nunca pagó, del Correo Argentino, que cuando fue acorralado por la justicia ofreció 3, a pagar en 15 años, acusando a la jueza de la causa de ser parte de una persecución política (SIC) impulsada desde el gobierno. 

Para que seguir un inventario criminal sin parangón en nuestra historia, casi todos recordamos sus crímenes, cualquiera de ellos alcanzaría para condenarlo a prisión por lo que le reste de vida.

Y no voy a decir nada del contraste brutal entre la impunida dorada de Macri y la prisión de Milagro Sala, que de alguno u otro modo, todos toleramos.

Es tan agraviante el aval al delito de nuestro sistema judicial, desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación para abajo, que la esperanza que vaya preso hoy no se deposita en nuestro sistema de justicia sino en el de Bolivia, donde han decidido llevar hasta las últimas consecuencias los crímenes cometidos por Macri y su banda de delincuentes, contra aquel país. Veremos que pasa con los imputados, si finalmente los jueces bolivianos ordenan a Interpol la captura internacional a estos criminales. Estaremos atentos.

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