Ambos espacios proponían votar el 9 de diciembre próximo en Mendoza, Tucumán y Misiones a nivel provincial y en mesas específicas de Jujuy, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Salta y San Juan. Además, deberá repetirse el proceso eleccionario en los partidos bonaerenses de Ezeiza y Esteban Echeverría.
El acuerdo demoró horas de negociación en la sede nacional de la calle Piedras al 1000, donde los representantes de ambos espacios esperaron ansiosos durante todo el día el resultado. Ayer, la actual conducción de la CTA –liderada por Yasky– llamó a una reunión de Comisión Ejecutiva Nacional para convocar a las elecciones complementarias. Debían participar 34 delegados (17 de cada lista) de las distintas organizaciones que componen la central, pero una ausencia de último momento puso en desventaja la posición de Yasky. El cónclave nunca comenzó a las 16 como estaba previsto y, en su lugar, los jefes de ambos espacios se sentaron a negociar el acuerdo. Cerca de las 22, todo indicaba que el espacio de Yasky aceptaría reorganizar algunas mesas en la provincia de Misiones sin abrir los padrones, y la lista de Micheli se bajaría de la impugnación de tres de las seis mesas objetadas en Santa Fe.
Más allá del resultado de la negociación, la unidad política hacia dentro de la central sindical, nacida en 1991. está rota. Lo que se intentaba destrabar anoche era la posibilidad de ruptura institucional, pero en voz baja todos aceptaban que habrá “dos CTA” de hecho, y que para lograr la convivencia de los dos espacios deberá llegarse a acuerdos para desplegar sus estrategias sin poner en riesgo la continuidad de la organización.