Como era de prever, no cayó simpática la publicación del listado de grandes deudores, los ofendidos cuentan con el apoyo del Centro Comercio e Industria que, nuevamente, salió en su defensa. Aunque reconocen la necesidad de un Estado que controle, “no escapa a nuestra entidad que toda empresa debe cumplir con el pago de los tributos legalmente estipulados, como es también función de la comuna controlar que dichos pagos se efectivicen en tiempo y forma”.
El dato para confrontar es que de los 1957 contribuyentes que deben $ 11 millones, la minoría, apenas 200 de ellos (los que aparecieron en las listas), debe la friolera de $ 9 millones, es decir, la mayor evasión.
Los comerciantes también reniegan del método y se preguntan “siendo válido el fin buscado (cobrar), conviene preguntarse si para alcanzarlo resulta apropiado emplear como medio de presión la difusión de listados que en vez de alentar al contribuyente a acercarse al municipio a saldar sus cuentas, lo humillan, sumiéndolo en el desánimo y en la impotencia”.
El dato a analizar, es que el 10 % de los grandes contribuyentes que aparecieron en las listas se presentaron a pagar, una cantidad que, de acuerdo a la estimación de Sierra, antes de fin de año se ampliará, pues se presentará un porcentaje mucho mayor.
Dice también el Centro, “Es que en dichas listas no hay espacio para distinción alguna, de ninguna especie. Por ejemplo, nada dicen de tantas firmas que se atrasaron en sus obligaciones intentando sobrevivir a las gravísimas dificultades originadas en el contexto de crisis terminal que vivió el país hace apenas dos años. A diferencia de quienes tienen el vicio de la evasión, los incumplimientos de estos comerciantes se inscriben en el marco de su lucha por no cerrar ni achicar su planta de empleados. No es justo que se los haga pasar por meros delincuentes”.
Y agregan… ¿alguien puede asegurar que dicho listado no contiene errores? ¿Qué pasará en el caso de que hayan catalogado como deudores a comerciantes que no lo son y que demuestren estar al día con sus pagos? ¿Acaso la municipalidad publicará un desagravio?
Sobre esto, Sierra afirma que no habido hasta ahora intimación alguna, ni presentación judicial y que el listado es correcto, no hubo error.
Por último, el gremio empresario señala que “También merece contemplarse la situación de aquellos comerciantes incluidos en el listado que, teniendo voluntad de pago, no lo efectivizan por disentir con la base de cálculo y el monto que el municipio pretende cobrarles”. Según el funcionario municipal esos contribuyentes están en esa situación pues ni siquiera han presentado las “declaraciones juradas” de modo que el municipio no tiene más alternativa que hacer cálculos de aproximación.
EL RECLAMO
Para finalizar, el Centro de Comercio reclama. “Párrafo aparte merecen los incumplimientos del propio municipio en los pagos a sus proveedores. Hay empresas que le deben a la comuna pero que a su vez son sus acreedores. Si el Estado quiere que le paguen en tiempo y forma, bueno sería que empiece por dar el ejemplo, abonando con similar puntualidad a quienes les proveen de los elementos para funcionar. Coherente con esta nueva modalidad de publicar listas”, ¿hará conocer la comuna los nombres de sus acreedores?, se pregunta.
Conviene también, dicen, “tener presente que recaudar no es el fin último del municipio, sino que se trata de un medio para hacerse de los recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones ineludibles: la prestación de servicios y la ejecución de obras en bien de los vecinos”.
Rematan golpeando, “Aplicando consigo misma el rigor con el que hoy acosa al contribuyente, debería sugerírsele que publicase un listado detallando los servicios que no presta, o que presta en modo deficiente, y de las obras elementales que aún no ha ejecutado en distintas zonas de la ciudad. Porque los tasas no son impuestos y, por lo tanto, deben ser abonadas a cambio de contraprestaciones concretas, muchas de las cuales brillan por su ausencia”.