La polémica en torno al futuro del Frigorífico de Santa Elena se aviva con el correr de los días, a partir de la difusión de opiniones y proyectos por parte de los dirigentes gubernamentales. Días atrás, el intendente, Domingo Daniel Rossi, dio a conocer una iniciativa en la que propone que el Municipio compre el inmueble que el Banco Nación adquirió en subasta pública. Recordemos que desde el año pasado las maquinarias son propiedad del empresario Sergio Taselli.
La oferta que el mandatario comunal le presentó a la presidenta del Banco Nación, Felisa Micelli, es de 1,5 millones de pesos, a pagar en un plazo de 10 años, con dos de gracia y afectación de la coparticipación en garantía. El Intendente entiende que por tratarse de una transacción que se desarrolla entre dos organismos del Estado, la venta se puede hacer sin necesidad de llamar a licitación.
Pero la propuesta fue rápidamente criticada por sectores que descreen de la viabilidad del proyecto que según Rossi cuenta con el aval del Concejo Deliberante.
La diputada nacional Rosario Romero dijo estar “sorprendida” por la propuesta del Intendente santaelenense. La legisladora que trabaja en el proyecto de expropiación de las maquinarias hoy en manos de Taselli, sostuvo que esta iniciativa “confunde” y se torna “un obstáculo a la estrategia que se viene desarrollando hasta ahora en el Congreso Nacional”.
Romero consideró que “el camino correcto es el de la expropiación; desde esta convicción voy a seguir empujando hasta que el pueblo de Santa Elena o sus representantes nos convenzan de lo contrario”.
Reclaman coherencia entre lo que se dice y lo que se hace
En tanto, desde el radicalismo de Santa Elena, instaron al gobernador Jorge Busti a que precise y unifique las políticas tendientes a la reactivación de la planta cárnica.
En un comunicado dado a conocer ayer, los dirigentes Luis García Guiffré, Marta Núñez y Roque Suárez recordaron que “quien es el principal responsable del ´oscuro´ proceso privatizador, símbolo vigente de la entrega menemista, debe unificar su discurso y accionar, y el de sus funcionarios y legisladores y debe aprovechar las circunstancias de ostentar amplias mayorías en la Legislatura y en el Congreso Nacional para que los publicitados proyectos que mandó a presentar a sus legisladores se traten sin más dilaciones”.
Agregaron que “es sintomático que el Gobernador inste a sus legisladores nacionales a presentar proyectos de expropiación de las maquinarias pero cuando en el Congreso requieren la opinión de la provincia, que obviamente es fundamental, el secretario de la Producción, Daniel Welschen, no comparece pese a ser reiterada y formalmente invitado. Contrariamente a lo que dicen los legisladores nacionales, los proyectos (de expropiación) están sin despacho de comisiones por que allí no saben —fehacientemente— qué opinión tiene al respecto el Gobierno provincial”.
Los dirigentes aseguraron que “es contradictorio que los legisladores demoren el tratamiento y propongan ampliar el objeto de la expropiación a los campos aledaños, recientemente rematados y, por otro lado el Ejecutivo siga proyectando vender las hectáreas que aún están en poder de la Provincia y que serían de utilidad si se produce la reactivación”.
Dudas de los trabajadores
El síndico de la Cooperativa de Trabajadores del ex frigorífico, Luciano Espinoza, indicó que su primer objetivo está cumplido: hacer que la planta se convierta en “vedette” para los ámbitos empresariales y políticos que hace unos años la consideraban “una chatarra”.
Hace más de dos años la Cooperativa está trabajando en un emprendimiento productivo como respuesta a la “inacción e inoperancia” del Estado y los privados frente al cierre de la planta.
Ahora, Espinoza se mostró alentado de que “se esté hablando de reapertura”. Si bien aclaró que desconoce la real intención de la propuesta que realizó el Jefe comunal, admitió su preocupación frente a la posibilidad de que el frigorífico caiga en manos del actual propietario de las maquinarias, Sergio Taselli.
Admitió que “todos estos nuevos intentos son un poco a destiempo”, ya que ellos esperaban “que lo hubieran intentando 7 u 8, 10 años atrás cuando la planta dejó de funcionar”, pues la última faena se realizó en 1993.
Ahora la Cooperativa lleva avanzadas sus gestiones para la reapertura, con la presentación de su propio proyecto ya avalado por varios organismos, y sigue de cerca las negociaciones que se realizan en ámbitos del Congreso Nacional para la aprobación de la ley que declara de utilidad pública y sujetas a expropiación las maquinarias. “Esa es la vía que estamos utilizando nosotros como una empresa recuperada”, afirmó el síndico de la Cooperativa de Trabajadores.
