El anuncio presidencial se llevó a cabo durante un acto realizado en el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno, y contó con la presencia de los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Economía, Amado Boudou; el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y representantes de las distintas cámaras empresarias.
Tras la entrega de los certificados, se espera que mañana el Banco Central lleve a cabo la licitación, entre los bancos públicos y privados, de los fondos para los proyectos elegidos. De este modo, la autoridad monetaria que encabeza Mercedes Marcó del Pont consolida su participación en el fomento y la apuesta a la producción nacional, adoptando un claro perfil industrialista.
Entre otros objetivos, el financiamiento a la inversión productiva a tasas inferiores al 10% forma parte de un plan estratégico destinado a evitar la aparición de “cuellos de botella” en lo referente a la capacidad instalada. Desde el empresariado sostienen que –ante el incremento de la demanda de productos por el alza en el consumo– no logran incrementar la producción de tal modo de equipararla a dicha demanda, en especial por la falta de créditos de la banca privada a la producción, siendo las pymes las firmas más afectadas. De allí –argumentan– la suba de precios que repercute en toda la cadena de la producción.
El Fondo de Financiamiento del Bicentenario cuenta con un cupo de $ 8 mil millones destinado a dar créditos en pesos, a cinco años (con uno de gracia) y a una tasa fija del 9,9% anual. El objetivo implícito es impulsar proyectos de inversión estratégicos en pequeñas, medianas y grandes empresas de todos los sectores.
“El Estado Nacional asume un rol activo para dinamizar la economía y libera recursos que facilitan la inversión del sector privado. Así, podemos seguir generando empleo, aumentando la competitividad, las exportaciones e impulsando la sustitución de importaciones”, dijo Giorgi.
“Nos encaminamos a un nuevo año récord con altas tasas de crecimiento. Para acompañar la fuerte demanda interna y externa de nuestros bienes, es necesario ampliar la capacidad productiva y por eso impulsamos este ambicioso programa de créditos a tasas y plazos muy competitivos”, concluyó la ministra.
La evaluación de los proyectos elegidos corrió por cuenta de los ministerios de Economía, Producción y Agricultura. Los criterios de elegibilidad de los proyectos pasan por la generación de empleo, la sustitución de importaciones, el aliento al desarrollo regional y el aumento de las exportaciones y la competitividad.
La presidenta señaló que, además, se están analizando proyectos ingresados al programa por más de $ 1000 millones, de sectores como alimentos y bebidas, agroindustria, metalmecánica, materiales de construcción, autopartes, siderurgia, textil y medicamentos, entre otros. Una vez otorgada la elegibilidad por parte de la Unidad de Evaluación, el sistema financiero evalúa el riesgo crediticio del proyecto y recibe por subasta los fondos del BCRA.
PROMOCIÓN. Durante el acto, la presidenta anunció también que se otorgarán $ 95 millones en beneficios fiscales para 37 pymes que presentaron proyectos de inversión por $ 1050 millones.
Los beneficios abarcan a pymes de sectores de agroindustria, biodiesel, industrias gráficas y metalmecánica, que formaron parte del primer y segundo llamados a concurso. Cristina adelantó que el 6 de octubre próximo se hará un nuevo llamado con un cupo ampliado en $ 200 millones.
La Ley de Promoción de Inversiones cuenta con un cupo total trianual de $3600 millones para la promoción de la inversión en la industria, direccionado el gasto público a las áreas más dinámicas de la economía. El objetivo es generar un efecto directo sobre la generación de empleo, las exportaciones y la incorporación de valor.
Fuente: Tiempo Argentino