“Hasta donde yo sé, Cristina está en la Patagonia”, respondió Máximo Kirchner,al ser consultado por Radio 10 si la ex mandataria asistiría al trámite de toma de huellas digitales y de elaboración de un informe socioambiental, que son los pasos previos al envío de la causa a juicio oral.
El diputado recordó que la ex jefa de Estado le había pedido a Bonadio “hacer (ese trámite) en el juzgado de Río Gallegos o trasladarlo al 1 de diciembre” en los tribunales federales de Retiro, y consideró que tanto la causa judicial como la amenaza de Bonadio de recurrir a la fuerza pública en caso de que la ex mandataria se presente son parte del “montaje”, el “show” y “las presiones que se ejercen sobre ella”.
“El juez puede decir lo que dice y tomar las acciones que tiene que tomar. Es el poder que tiene y que detenta con mucho gusto”, analizó en relación a las consecuencias que podría tener la decisión de CFK de permanecer en la Patagonia.
Maximo Kirchner aseveró, además, que “no hay dudas de la animosidad manifiesta de Bonadio contra Cristina” e interpretó que las causas abiertas y la imputación de distintos delitos que se le endilgan “son un claro mensaje a la dirigencia política de que no se pueden tocar ciertos intereses”. “Es como si quisieran decir que con ellos no se jode”, añadió.
Beraldi hizo otra presentación esta mañana para evitar que el magistrado recurra a la fuerza pública para llevar a CFK al juzgado. En el recurso extraordinario el abogado transmitió también la voluntad de la ex presidenta cumplir el próximo martes el trámite formal que dispuso Bonadio.
Ante el rechazo de Bonadio al primer pedido de postergación del trámite, CFK respondió vía Twitter y acusó al juez de tener "una enfermiza animosidad" en su contra.
Frente a eso magistrado redobló la apuesta y advirtió que la ex presidenta debía presentarse hoy “bajo apercibimiento en caso de incomparecencia inmotivada". Dejó así abierta la puerta, incluso, al uso de la fuerza pública para trasladarla a Comodoro Py.
