Cristina Fernández de Kirchner disertó ante la Unión Industrial Argentina y otros empresarios y habló sobre la importancia del mercado interno. La Presidenta comenzó su alocución refiriéndose a las palabras vertidas por José Ignacio de Mendiguren, presidente de la Unión Industrial Argentina, y dijo que el discurso del empresario «ha sido con una concepción colectiva y nacional. Me hizo muy bien. Este es un triunfo de los argentinos, de la marca nacional y las ideas que permitieron cosas como Tecnópolis». «Argentina ha sido una película apasionante y trágica. Está en nosotros que esta película siga e incorpore fotogramas y actores nuevos», sostuvo.
En materia estrictamente económica, Cristina dijo que «somos el 30 % de la economía de Brasil, un gigante de la economía mundial». «Supimos ser -en referencia a Argentina- en los 50, el PBI más importante de Latinoamérica. Industrial, pujante con fuerte mercado interno. Hace poco, (José) Mujica me dijo que el decrecimiento del Uruguay comenzó con el decrecimiento argentino, que se inició en aquellos años», expresó la Presidenta.
«Tecnópolis es lo que queremos que sea la Argentina del 3er centenario. La innovación va a hacer la diferencia de la rentabilidad. Pero esto no significa que el sector primario no necesite incorporar más valor agregado». «Necesitamos seguir profundizando lo logrado».
«Industrializar la ruralidad, es hacer participar al productor primario en la cadena de la producción para generar más producción, rentabilidad y trabajo, y evitar el traslado poblacional. Nuestras pymes participan en exportación, muy por sobre la media del resto de Latinoamérica. Destacó que «las Pymes participan de un 15 por ciento del total de las exportaciones argentinas y, el sector industrial, lo hace en un 35 por ciento, lo que habla de un desarrollo pujante». «Un 46.767 millones de pesos fue la recaudación de agosto. Estoy convencida de que no hay intereses más coincidentes que el de los empresarios con los trabajadores. Hay que ser suficientemente inteligentes para no arruinar las bases del desarrollo argentino, que costó mucho esfuerzo».
«No hay que arruinar las bases del desarrollo argentino, tenemos que ser inteligentes. No hay economía que resista que uno pueda acumular todo en dos años y después tirarse a la marchanta. Las cosas son paso a paso. Todos tenemos que resignar cosas en las negociaciones. Es imposible que un sector tenga rentabilidad y el resto del país no, eso no dura», sostuvo.
«Hoy somos un país modelo en el mundo en materia de desarrollo de software, y dentro de poco lo van a necesitar los lavarropas, heladeras, etc, no sólo las computadoras. Tenemos una materia prima, en ese sentido, única en la región».
«Queremos ser un actor principalísimo del siglo XXI, juntos, con los 40 millones de argentinos, que nadie se quede afuera», afirmó la Presidenta.
Dijo además que «las delegaciones empresarias argentinas no viajan ahora (al exterior) para pedir sino para ofrecer» y reivindicó «el Documento Nacional de Identidad y el pasaporte hechos totalmente con tecnología nacional».
«Tengo esperanzas basadas en realidades concretas. Hay que lograr la diversificación de la matriz productiva y exportadora, agregarle mucho valor en origen, y continuar con el avance tecnológico que existe en el agro», señaló.
«La Argentina logró ser punta en materia de desarrollo de maquinaria metalmecánica y en biotecnología. El país no ha reprimarizado sus exportaciones sino que aumentó las del sector industrial», puntualizó.
«En 2003 el 68 por ciento de las heladeras eran importadas y el 25 por ciento de los argentinos no tenían empleo», y señaló que en 2010 el 69 por ciento de esas heladeras son nacionales. Cristina reivindicó la tarea iniciada por Néstor Kirchner y explicó que en 2008 el 98 por ciento de los celulares eran totalmente importados; sostuvo que «las cosas llevan su tiempo», pero subrayó que «el país está aprendiendo que las cosas se hacen paso a paso».
«Los objetivos del Plan 2020 son duplicar el PBI industrial, crear otro millón y medio de puestos de empleo, reducir aún más la desocupación, sustituir importaciones por el equivalente del 45 por ciento de las actuales importaciones», adelantó la Presidenta, quien puntualizó que «los trabajadores son felices produciendo».
«El reclamo de alimentos será el tema de este siglo XXI, y así se cultivara todo el espacio cultivable que existe, en el 2050 no alcanzará para alimentar a todo el mundo. Así que ciencia y tecnología serán definitorios, y convierten a la Argentina en un actor principalísimo de cara a este siglo».
«En el 2003 se destinaba el 5% del PBI a pagar la deuda y el 2% a la educación. Hoy destinamos el 2% a la deuda y 6,47% a la educación». «Ninguna Nación puede subsistir si no tiene orgullo de ser y pertenecer. Los convoco a ir por más, siempre por más. Juntos, la producción, la industria y servicios, lo lograremos», concluyó.
Allí estuvieron reunidos José Ignacio de Mendiguren, y titulares de las entidades agrupadas en el Grupo de los Seis. Adelmo Gabbi, por la Bolsa de Comercio, Hugo Biolcatti, por la Sociedad Rural, Jorge Brito, por Adeba, Carlos de la Vega, por la Cámara de Comercio, Carlos Enrique Wagner (Cámara de la Construcción). Hugo Moyano, el titular de la CGT, Antonio Caló por la UOM, son algunos de los dirigentes gremiales que participan.
La celebración del Día de la Industria se llevó a cabo en la megamuestra Tecnópolis, que reabrirá hoy en Villa Martelli.