“La violencia fue provocada por el odio al peronismo. No toleran el amor y a la alegría de los peronistas”, al hablar en un escenario montado en la esquina de Uruguay y Juncal, en donde se encuentra su propiedad, la que fue durante toda la semana el centro de las manifestaciones en su apoyo luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera a la Justicia 12 años de condena en el marco de la causa Vialidad.
«Desde el martes se produjeron a lo largo y a lo ancho del país manifestaciones, pero solo hubieron escenas de violencia en la Ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa, provocadas por lo que yo llamo el odio a la alegría y al amor peronista», enfatizó la vicepresidente.
En ese sentido, denunció: «He sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a insultar, agraviar y hasta amenazarme de muerte. Nunca vi a la policía de la Ciudad de Buenos Aires intervenir».
Fernández de Kirchner disparó contra la oposición, a quien confrontó por no «hacerse cargo de lo que quieren».
«Quieren exterminar al peronismo. Lo han intentado todo, la violencia, la desaparición de miles de compañeros. No aceptan que los compatriotas quieren otra cosa», fustigó.
«Tenemos que pedirle a la oposición que dejen de competir entre sí para ver quién odia más a los peronistas. Se los recomiendo como ciudadana», agregó.
Antes de pedir que «todos nos vayamos a descansar», Cristina le dejó un mensaje a sus fieles seguidores: «Quiero decirles a todos ustedes que aunque viviera mil años, nunca me alcanzaría para agradecerles el amor, la solidaridad y la lealtad de todos ustedes. Les pido que no abandonemos nuestras convicciones indestructibles que nos acompañan. A cada uno de ustedes los siento un poco como un hijo mío. Los quiero mucho».
La policía de Larreta golpeó ferozmente a Máximo Kirchner
La policía impidiendo el paso al gobernador Axel Kicillof
Represión, detenidos y un herido
Las palabras de la mandataria fueron la conclusión de una jornada de sábado que quedó enmarcada en las altas tensiones con el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta desde las primeras horas, cuando los primeros manifestantes expresaron su malestar por encontrarse montado un operativo policial que incluyó un vallado en el edificio donde vive Fernández de Kirchner, un grueso cordón de oficiales y un camión hidrante.
A su vez, funcionarios como Florencia Carignano, directora nacional de Migraciones, denunció la presencia de uniformados en algunos balcones con cámaras de filmación.
«¿Cómo se lleva esto con la democracia? ¿La policía de GCBA adentro de las casas de los vecinos?», cuestionó la funcionaria y mostró varias fotografías que elevaron sospechas sobre el accionar de la seguridad porteña.
En tanto que otros manifestantes publicaron fotografías y elevaron la voz por varios volquetes con escombros hallados en las calles lindantes.
Alrededor de las 17 empezaron los primeros incidentes cuando un grupo decidió voltear parte del vallado y encontró la respuesta de la Policía con el camión hidrante y el avance cuerpo a cuerpo.
La situación escaló más cuando detuvieron a más de diez personas, entre ellos a la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Alvarez Rodríguez; la diputada nacional Natalia Zaracho, el diputado nacional Federico Fagioli y el actual jefe del bloque oficialista de diputados bonaerenses, Facundo Tignanelli, quienes fueron liberados al poco tiempo.
El enfrentamiento dejó solamente un herido: el periodista Ezequiel Guazzora, quien resultó con lesiones cortantes en su cabeza.
Pero cerca de las 19 la situación comenzó a calmarse y los manifestantes decidieron hacer un vallado humano para impedir que la policía avanzara hacia el lugar e intentara despejarlo nuevamente, y casi al mismo tiempo, los ministros de Seguridad de Nación y Ciudad, Aníbal Fernández y Marcelo Silvio D’Alessandro, respectivamente, cerraron un acuerdo para levantar las vallas.
En tanto que el presidente Alberto Fernández emitió palabras de su cuenta de Twitter con el que acusó a Rodríguez Larreta de montar un operativo que «generó un clima de inseguridad e intimidación».
«Expreso mi más enérgico repudio a la violencia institucional desatada por el Gobierno de la Ciudad frente a una masiva manifestación de ciudadanas y ciudadanos expresándose en libertad y en democracia», señaló el Jefe de Estado.
A las 20.30 el jefe de Gobierno encabezó una conferencia de prensa en la que defendió el accionar de la policía y destacó «la firmeza, convicción y profesionalismo» durante la jornada, y culpó a Fernández de Kirchner de querer que sus «problemas en la Justicia se diriman en la calle».
Tras denunciar que los manifestantes llevaron a cabo «un plan sistemático de ocupación del espacio público», el alcalde apuntó: “Le pido señora vicepresidenta que asuma la responsabilidad de que los manifestantes se retiren pacíficamente a sus casas”.
