Hoy fue citado a declarar en sede judicial el empresario Francisco Bruno, imputado como “autor intelectual” del robo de una supercomputadora destinada a la actividad de la criptomoneda. Bruno, representado por el abogado Jorge Romero, se negó a prestar declaración haciendo uso de ese derecho.
En tanto, el autor material del robo, Hernán Boraglio, acordó con fiscalía un juicio abreviado en el que reconoce la culpabilidad y pactará una condena condicional que deberá ser evaluada por el juez de Garantías una vez que la misma sea presentada. Es posible que la pena que recaiga sobre el ladrón sea de 1 año de prisión condicional.
Desde la Justicia estiman que también se llegaría a un acuerdo con la defensa de Bruno, dado que la carga probatoria es abundante y contundente, la etapa de investigación ha concluido y está todo dado para elevar la causa a juicio.
De todos modos, lo que se está investigando es el robo de una computadora valuada en 10 mil dólares que se usa para hacer “minería de criptomoneda (Las cripto-monedas se pueden comprar con una tarjeta de crédito o, en algunos casos, a través de un proceso llamado “minería”. El “minado” es el proceso en el que se crean nuevas monedas digitales, el cual se realiza mediante computadoras que resuelven problemas matemáticos complejos —que no pueden resolverse a mano— por lo que se requiere de grandes cantidades de poder computacional y de energía)
Según explicaron a este medio, de la presente investigación se podría desprender otra por lavado de activos o evasión impositiva. “Pero eso ya no depende de la Justicia local. Eso corresponde a la órbita Federal y, en todo caso, a la AFIP para determinar si tanto víctima, victimario y socios realizaban su actividad de manera ilegal”, explicaron las fuentes judiciales.
Según pudo saber DIARIOJUNIO, cada computadora daba una rentabilidad de 300 dólares semanales que ingresaban de manera informal.
La valiosa computadora fue sustraída meses atrás en una propiedad sobre Avenida San Lorenzo (Este) que alquilaba Bruno, junto a Pablo Yelín, la víctima del robo, y otros tres socios.
Según se pudo desprender de la investigación, se trataba de una sociedad de amigos que habían sumado sus computadoras, un total de 5 máquinas, para realizar lo que se conoce como “minería de criptomonedas”.
La sociedad habría finalizado por motivos que se desconocen y, tres semanas antes del robo, todos los socios, excepto Yelín, habían retirado sus computadoras del lugar. Lo que dio a suponer que se trataba de un robo comprendido dentro del círculo interno, por el motivo que esa información la conocían muy pocas personas.
Por este hecho, el pasado miércoles 21 de julio, se realizaron dos allanamientos. Uno de los procedimientos tuvo lugar en una vivienda particular sobre calle 6 de Caballería, en la zona este de Concordia, mientras que el restante allanamiento se realizó en el tradicional Bar Ideal, frente a la plaza principal, en las intersecciones de calles Urquiza y 1° de Mayo, propiedad del imputado Bruno.
La “supercomputadora” fue recuperada y devuelta a su propietario, Pablo Yelín.