El miércoles por la mañana, la División Homicidios realizó un allanamiento en el barrio 25 de Mayo, en la casa de la hermana de la novia de Fernández, quien tenía en su poder el teléfono Nokia, que sería el que le robaron a Vera. La mujer declaró que se lo vendió un joven, de quien describió las características físicas que coincidían con las de Vásquez. Es decir, dijo que no lo conocía con anterioridad ni lo ubicaba como amigo de su cuñado, pero lo pudo identificar con lo aportado por los investigadores.
De esta manera, será difícil explicar por parte de los acusados cómo llegó el celular robado a la víctima a sus manos y luego a la de la cuñada de Fernández. Por esto, el teléfono se convierte en una prueba clave en la causa. De todos modos, todavía falta que los familiares de Vera sean citados por la Justicia para el reconocimiento del aparato con el fin de confirmar o descartar que se trate del mismo.
Según se revisó en el departamento de Urquiza al 200, el o los autores del crimen robaron el celular y una netbook, mientras que dejaron una notebook y la billetera con dinero, la cual estaba escondida en un lugar de la vivienda.
Búsqueda difícil
El paradero de los jóvenes es difícil de establecer por el momento. Según se informó a UNO no estarían en Paraná y no hay una punta por donde comenzar la búsqueda en otra ciudad. Además, se mencionó que están acostumbrados a vivir en la calle, sin un lugar de paradero fijo, como por ejemplo en la zona de la terminal de ómnibus de Paraná, por lo que no tendrían inconvenientes en hacer lo mismo en otra localidad. Aunque habrá que ver de qué modo logran subsistir durante mucho tiempo.
En este sentido, se tiene expectativas en que si eligen el delito para sostenerse podrían caer en algún hecho ilícito y de este modo ser encontrados y trasladados a Paraná para la grave imputación que les pesa en la Justicia de la capital entrerriana.
Por otro lado, se remarcó que dejaron de mantener contacto vía Facebook con las personas que solían hacerlo, que era una de las posibilidades para rastrearlos.
Como ya informó UNO, las pruebas principales que permitieron orientar la pesquisa hacia Vásquez y Fernández son dos testimonios (un docente que sufrió un robo por parte de ambos y un exconvicto que los vio y le habrían confesado que “se mandaron una cagada”), así como huellas dactilares, prendas de vestir, un par de zapatillas, contactos vía chat con la víctima y hasta publicaciones en el muro de Facebook de uno de ellos que resultarían elocuentes respecto del hecho investigado, a lo que ahora se le suma el celular secuestrado.
Pedido de colaboración
Desde Prensa del Poder Judicial se informó que “el Juzgado de Instrucción Nº 8 de Paraná, a cargo de Elisa E. Zilli, el 26 de abril se ordenó la detención de Manuel Alejandro Vázquez, de 22 años, DNI Nº 37.045.569, y de Sebastián Exequiel Fernández, DNI Nº 37.465.855, por surgir de los elementos de prueba incorporados hasta el momento mérito suficiente para recibirles declaración indagatoria por el delito de Homicidio en Ocasión de Robo del que resultara víctima el profesor Claudio Daniel Vera”.
En este sentido se consignó que “en razón de desconocerse su actual paradero, se solicita a quienes cuenten con datos que permitan establecerlo, los aporten a la División Homicidios, con sede en Ayacucho y Churruarín de Paraná, al Juzgado de Instrucción Nº 8, en Tribunales, o a la Fiscalía de Primera Instancia a cargo de Santiago Brugo”.
Además, desde la Justicia se destacó “el trabajo que viene llevando a cabo en pro del esclarecimiento del delito el personal de la División Homicidios de la Dirección Investigaciones, a cargo del comisario Ángel Ricle y el subcomisario Carlos Schmunk, al igual que el del personal de las Direcciones Criminalística e Inteligencia Criminal de la Policía”.
