EL CASO
El 18 de febrero, fue asaltado en su kiosco de 9 de Julio 1.111, Darío Ferrer, un joven de apenas 22 años que terminó siendo asesinado salvajemente, lo que provocó una gran movida pública que hasta llegó a destronar a quien en ese momento era jefe de policía de esa ciudad.
LAS PENAS PEDIDAS
Como se recordará el ministerio público fiscal a través de Fernando Lombard, había solicitado en los alegatos 25 años para Picazzo y 5 para Debrabandere, en rigor una pena similar a la condena efectiva.
Por su parte, la querella había pedido 6 años para Debrabandere y la máxima pena para Picazzo.
EMOTIVA CARTA DE LA MADRE
Vale destacar que, en la mañana de hoy se conoció una carta de la madre de Darío, Claudia Perdomo, quien reclamó “decisión política e inversiones”. Algunos párrafos del texto de la carta enviada a DIARIOJUNIO señalan…
Fue difícil participar en las cuatro largas jornadas testimoniales y por último en los alegatos. La triste realidad es que sea cual sea el veredicto del Tribunal, no me devolverán a mi hijo. Nunca podré hablar y reír con él, nunca lo podré ver ni abrazar más. Muchas fueron las cosas lindas compartidas y hablar de ellas entre todos nuestros seres queridos y amigos, es solo lo que me queda y tu recuerdo que estará presente entre nosotros para siempre.
La causa se investigó aparentemente con esmero y llegó a juicio en un corto período. Aunque lo nieguen, creo que se logró porque este delito dejó en evidencia el grave estado de inseguridad de los ciudadanos uruguayenses y lo endeble y/o ineficiente, que suele ser la justicia.
La falta de políticas para preservar el derecho fundamental a la seguridad y la vida. Los vecinos se unieron para buscar las razones y encontrar soluciones así salieron a la luz, las faltas del gobierno municipal y provincial, que está en deuda con los vecinos. Porque este grave delito movilizó a los uruguayenses, sabido es que muchos acompañaron, algunos por convicción, otros por el miedo de que no les pase a ellos o a sus familiares. La pueblada dejó un mensaje claro a todas las autoridades competentes. El reclamo siempre fue por la verdad y que se haga justicia, Una justicia ejemplar, para que no vuelva a ocurrir, que no haya otro Darío, que otros no pasen por tan grande dolor.
Para que su muerte no sea en vano y como dicen “por algo suceden”. Muy a mi pesar y en nombre de Darío, reclamo al estado entrerriano decisión política e inversiones. Porque seguiré pidiendo seguridad, servicios de asistencia para las victimas de delitos, justicia independiente, excelencia y responsabilidad en el sistema de educación, institutos de contención y rehabilitación.
Mi creencia siempre fue vivir para compartir el futuro con mis hijos y mis nietos. Ahora comprendo que no soy yo la que dispongo como deben suceder las cosas y debo seguir viviendo, tal vez mi futuro sea ayudar a otros, con mi experiencia y desde el dolor.
Comprendo que esta perdida me cambió los sueños, por esto siempre trataré de quedarme con la esperanza de la Resurrección y el reencuentro se que algún día será. Con amor por ahora, me despido querido hijo. Te amo con todas mis fuerzas.