Cresto tuvo el respaldo de Mariano Grondona y el rechazo de los ambientalistas de Gualeguaychú

Cresto aclaró que “en Concordia, estamos no en contra de las papeleras, sino en contra de las industrias que contaminan”, por lo que pidió que las plantas que se instalarán en Fray Bentos “sean controladas por los dos gobiernos”. Lo que generó un sinnúmero de críticas por parte de los integrantes de las asambleas ambientalistas de Gualeguaychú y Colón y hasta funcionarios de otros municipios de la costa del Uruguay.
Como contrapartida y en defensa del intendente de Concordia, el periodista Mariano Grondona destacó la decisión del intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto, quien se opuso al corte del puente de Salto Grande
Mariano Grondona aseguró que “cuando sorprende algo que debiera ser normal, es indicativo de que algo anda mal”, en referencia a la decisión del intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto, de oponerse al corte del puente de Salto Grande.
Según Grondona, el intendente de Concordia remarcó que “es responsabilidad del gobierno nacional permitir que se corten puentes” y, según Grondona, “recordó la pirámide jurídica que nos enseñan en la facultad”. Para el periodista, “si bien la actitud de los habitantes de Gualeguaychú es comprensible, es ilegal lo que hacen”.
Y en ese sentido, se preguntó: “¿Cuál es el peso del derecho en la Argentina?”, y comparó lo que ocurre en países que él llamó “serios” en los que “aunque la ley sea dura debe cumplirse”.

Un Grondona legítimo

Grondona ejemplificó el caso con una frase del pensador francés Alexis de Tocqueville, para quien “toda revolución es mala porque trae una enseñanza perversa” ya que deja entrever que “aquel que tiene suficiente poder, energía y está lo suficientemente motivado, pasa por encima de la ley”.
Para Grondona, Gualeguaychú “es un caso más de los tantos de la Argentina” y lo asimiló con “lo que llevó a la caída de Alfonsín y de De la Rúa”.
“Por eso (Néstor) Kirchner no reprime, porque teme que todo uso de la fuerza de seguridad sea condenable”, remarcó el periodista.
En otro pasaje de su editorial, Grondona recordó a El Príncipe, de Maquiavello, en la que su autor se pregunta si el príncipe debe ser piadoso o cruel. Y llega a la conclusión que el más piadoso es el más cruel. “Es como pasa en casa; se deja a los chicos hacer lo que quieren y después ligan por cualquier cosa”, comparó.
Para finalizar, destacó que en la Argentina “hay que volver a distinguir entre represión ilegal y sanción, que es cuando el Estado hace uso de la aplicación de la ley, que debe aplicarse aunque sea dura”.

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