El edil calificó a los hechos, sucedidos a fines de agosto, de “preocupantes”. Wdowiak tuvo en cuenta que Cresto permanentemente exterioriza su preocupación por los jóvenes que ingresan a determinados locales y consumen bebidas alcohólicas. “Después de actas labradas en el Hostal del Río -que pertenece al municipio- por haber encontrado menores con bebidas alcohólicas, se mandó una clausura desde la fiscalía del Juzgado de Faltas”, relató.
Pero los inspectores no pudieron cumplimentar la clausura por “estrictas contraordenes” del intendente. “Se desconocen los argumentos”, señaló el edil, quien no dudó en asegurar que se trata de un caso de “abuso de autoridad”.
El otro caso envuelva a un café, llamado “Malaika”, ubicado enfrente a la plaza 25 de Mayo. En este caso, se debía a la falta de habilitación municipal, y se repitió el mismo procedimiento anterior: un fiscal de faltas decretó la clausura preventiva y Cresto decidió dejarla sin efecto.
“Este local tiene habilitación de trámite pero carece de habilitación definitiva. Esto es grave por el peligro a la salud pública, porque la habilitación certifica que han hecho todos los controles que acreditan la aptitud para desarrollar la actividad”, expresó.
En el caso de “Malaika”, hay otro antecedente que envuelve a Wdowiak y al Juzgado de Faltas. El edil denunció el lunes pasado que un tablado de madera construido sobre la calle, enfrente al negocio, viola una ordenanza (Nº 27.146) que restringe la ocupación permanente de la vía pública. Debido a que hay un antecedente de otro comercio –una pizzería ubicada frente a la plaza Urquiza- que data de diciembre pasado, Wdowiak entiende que los jueces podrían haber actuado antes.
“Creo que de oficio podrían haber actuado los jueces de faltas”, sostuvo. No obstante, la actuación de Cresto no alienta demasiadas expectativas respecto del cumplimiento de lo que puedan llegar a decidir los Jueces de Faltas.